Finalmente, el bocado fue al revés, y fue el Athletic de Bilbao el que engulló al Sevilla FC. Pero no por eso se puede calificar de mala la trayectoria del equipo en la Copa del Rey. Por cierto, el mismo conjunto que cayó, demasiado pronto, en la UEFA. Las cosas en la entidad se están haciendo bien...
Los resultados, en éste momento terceros en la Liga, así lo avalan. Haber llegado a Valencia hubiera insuflado a Manolo Jiménez aires renovados, un pulmón para respirar con tranquilidad hasta el día de la final. Pero ahora la afición estará más pendiente de la Liga que nunca, porque a estas alturas, no meter la cabeza en la Champions dolería. El mejor aval es que la estructura del Sevilla FC. como institución sigue funcionando, ahí están los resultados. Con éste equipo se puede seguir soñando, y los mejores avalistas, los aficionados, no están descontentos del todo. Siempre y cuando haya motivos para viajar, porque exista el aliciente deportivo de lograr algo grande, el sevillismo estará feliz.
Periodista
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