1. ¿Por qué hay que estar a favor de Bolonia o por qué en contra? Estar a favor de Bolonia es estar a favor de Europa, de una mejor formación de nuestra juventud y, en definitiva, del progreso de la sociedad. Bolonia nos permite reflexionar en común acerca de qué Universidad tenemos, de qué Universidad necesitamos y de cómo podemos conseguirla. Ignorar esta oportunidad histórica es volver la espalda al futuro.
2. ¿Está la Universidad preparada para este cambio? Según qué universidad. Las más avanzadas tendrán escasos problemas por cuanto han realizado experiencias piloto de implantación de las nuevas metodologías docentes. Es el caso de la Olavide. En universidades menos avanzadas, sin embargo, la adaptación puede resultar más traumática.
3. ¿Qué efectos tendrá Bolonia sobre las enseñanzas universitarias y sus contenidos? En la impartición de la docencia, Bolonia permite la superación de técnicas obsoletas por fórmulas más participativas, sin implicar un detrimento de la calidad. Ahora bien, con ocasión de Bolonia las autoridades educativas españolas han puesto en marcha un procedimiento paralelo de reordenación de los títulos que era necesario pero cuya coincidencia con la reforma ha provocado complicaciones que podían haberse evitado con una mejor planificación.
4. ¿Supondrá la renuncia a enseñanzas tradicionales de la Universidad? El papel de la Universidad como ente creador de pensamiento no debe verse afectado, en absoluto con Bolonia. En lo que atañe a titulaciones clásicas, Bolonia ofrece la posibilidad de su adaptación a los tiempos mediante la combinación de su estudio con otras titulaciones.
5. ¿Acarreará Bolonia una privatización de la Universidad en su aplicación? Bolonia debería implicar una mayor compromiso público. No se puede afrontar una reforma de este calado con coste cero, del mismo modo que supondrá un abaratamiento de los precios de los másters que, en muchos casos, pasarán de ser de mercado a públicos.
