El secretario general del PSPV-PSOE, Jorge Alarte, afirmó ayer que es cierto que el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, "no se vendió por cuatro trajes", sino por "más de 30 millones de euros en contratos públicos" con las empresas de la trama Gürtel. Alarte hizo estas declaraciones en la rueda de prensa posterior a la reunión extraordinaria de la Comisión Ejecutiva Nacional del PSPV, convocada después de que el Tribunal Supremo acordara el miércoles reabrir la causa contra Camps por recibir regalos de la trama corrupta.
La Ejecutiva acordó solicitar en las Cortes Valencianas la convocatoria de un pleno extraordinario monográfico sobre la situación económica y política de la Comunidad Valenciana, ya que a su juicio esta autonomía es la única que vive una "situación de bloqueo inaceptable e insostenible".
El socialista insistió en que es "urgente" convocar elecciones anticipadas, ya que cada día que pasa sin que Camps presente su dimisión "es un día que se pierde" para que la Comunidad Valenciana empiece a trabajar para crear empleo y poner en marcha medidas para salir de la crisis económica. El jefe del Gobierno está "inhabilitado" para actuar como interlocutor de los valencianos, sostuvo Alarte, y se mostró convencido de que si convoca elecciones anticipadas y repite como candidato no contará con el respaldo mayoritario de los votantes, y habrá "cambio" en la Comunidad Valenciana.
Después de estas declaraciones, el portavoz del Grupo Parlamentario Popular en las Cortes y consejero de Solidaridad y Ciudadanía, Rafael Blasco, anuncio que el PPCV interpondrá una querella contra Alarte por "lanzar falsas y graves acusaciones para manchar el honor del PPCV". En un comunicado, Blasco criticó que los socialistas "están en un bucle en el que creen que pueden arrasar con todo; el más claro ejemplo es el de Alarte, que sigue con sus manifestaciones la estela de Ángel Luna -portavoz de los socialistas valencianos en las Cortes-".
