El movimiento Democracia real ya volvió a congregar ayer a miles de personas en una veintena de ciudades españolas, aunque la concentración más numerosa fue la celebrada en la Puerta del Sol de Madrid. Los allí congregados colgaron de un andamio una pancarta con el lema No somos antisistema. El sistema es antinosotros. Tras colocarla, los manifestantes iniciaron un cerrado aplauso y, acto seguido, comenzado a gritar "La voz del pueblo no es ilegal ". Esta consigna se mezcló con otras como "mañana nos veremos otra vez".
Este acto reivindicativo se realizó tras conocer la decisión de la Junta Electoral de Madrid de prohibir la acampada alegando que no existen "causas extraordinarias y graves" que justifiquen la convocatoria urgente de la concentración y la veta por motivos electorales y por influir en el derecho de los ciudadanos a decidir libremente su voto.
Pese a la prohibición, la protesta se mantuvo. Una hora antes de la concentración, a las 19.00 horas, la Puerta del Sol ya estaba abarrotada y se coreaban consignas como "no pasa nada, la plaza está ganada", "que no, que no, que no nos representan" o "lo llaman democracia y no lo es".
Desde esa hora fue aumentando el número de personas que trataba de acceder a la emblemática plaza madrileña, a pesar de que agentes del Cuerpo Nacional de Policía pusieron en marcha horas antes un dispositivo para controlar los accesos a la misma.
Desde la Jefatura Superior de Policía de Madrid explicaron que la megafonía del Metro de Madrid estaba ya advirtiendo a los usuarios de este medio de transporte de que no acudiesen a la concentración convocada por los miembros de la Acampada Sol tras el dictamen de la Junta. De hecho, la Policía advirtió de que de incumplir dicho dictamen atentaría contra la Ley Orgánica de Régimen Electoral General, que marca penas de multa y hasta prisión, dependiendo el grado de incumplimiento de la resolución. Además de los avisos policiales, la presencia de las fuerzas de seguridad también se hacía notar en la zona, aunque, al cierre de esta edición, los manifestantes seguían congregados en la plaza madrileña e incluso anunciaron la convocatoria de una manifestación para el sábado coincidiendo con la jornada de reflexión para las elecciones municipales y autonómicas del domingo. La justificación de esta nueva protesta es, según uno de los convocantes, que no son un partido político, por lo que no tienen que hacer ninguna reflexión.
Además, los organizadores del autodenominado movimiento Acampada de Sol hicieron un llamamiento a los concentrados en Madrid para que no hiciesen mención a ningún partido político durante la protesta y para que no se realizasen peticiones expresas de voto.
No sólo en Madrid se prohibió la protesta, en Almería, Granada, Sevilla y Asturias sus respectivas juntas electorales vetaron las concentraciones, mientras, la Junta Electoral de la Comunitat Valenciana indicó que los asentamientos no son de su competencia; en Baleares y Tenerife se permitió. Ante estas disparidad de criterios, la Junta Electoral Central (JEC) prevé estudiar la incidencia de las movilizaciones.
La decisión de la JEC servirá para fijar criterio en todas las provincias españolas ante la posibilidad de que los ciudadanos movilizados por las distintas ciudades prorroguen su acciones hasta la jornada electoral.
