A Galadí le ha salido otro Antonio como candidato a la presidencia de la CES. El astigitano asegura que la patronal ni está ni estará dividida y que ante la actual crisis económica la clase empresarial tiene que "tomar la iniciativa"
-La primera pregunta no puede ser otra que por qué.
-Porque creemos que podemos aportar algo más a la CES.
-Entonces, ¿qué echáis ahora de menos?
-Con nuestra candidatura, nosotros planteamos una CES más activa, tanto en la provincia como en la capital, con más participación, con una mayor diversificación de sus comisiones y con grupos de trabajo muy abiertos y no decisiones limitadas a un comité ejecutivo. Eso en el ámbito interno. De cara al exterior, una decidida apuesta por las infraestructuras y la mejora de los servicios, una asesoría activa para que las pymes afronten la crisis, para que los empresarios sepan por dónde ir, una formación enfocada hacia cosas prácticas y no ceñida a paquetes elaborados, una reivindicación para acondicionar los polígonos industriales, donde aún persisten los problemas de recogida de residuos, una mayor presión para que las cajas de ahorros se impliquen más en la economía real y una lucha contra la economía sumergida, que está creciendo debido al desempleo y minando sobre todo a las pequeñas y medianas empresas.
-La de Tirado, ¿es una candidatura de la provincia frente a la capital?
-No, para nada. Nos acompañan empresas y sectoriales tanto de la provincia como de la capital, y hay que tener en cuenta que la CES es un agente social de toda la provincia. Que quede claro que no vamos contra nadie y no es un enfrentamiento territorial. No somos de cuatro pueblos cabreados que venimos a tomar la calle Sierpes. De hecho, hay localidades metropolitanas con mucho tejido empresarial que no se sienten de la capital. Nosotros queremos encauzar todas las iniciativas de las empresas sean de donde sean, tenemos una alternativa para la CES y la defendemos, y sí estamos en contra de la desidia, hay que trabajar más.
-¿Y frente a la desidia?
-Ilusión, la que tenemos nosotros. Los cargos no pueden ser eternos, la CES es una organización democrática y nosotros, no por edad, que quizás también, aportamos ilusión y dinamismo para la maquinaria. Cuando están los mismos de siempre...
-Pero en un momento de crisis económica, ¿es oportuno un cambio en la patronal? Incluso Santiago Herrero, presidente de la CEA, ha renunciado a plantar cara a Gerardo Díaz Ferrán en la CEOE...
-Nosotros no criticamos el trabajo de Antonio Galadí, sino que lo valoramos y es digno de respeto que dedique gran parte de su tiempo a una labor sin remuneración. Sin embargo, cuando hay pluralidad, en este caso con dos candidaturas, y surge la tormenta de ideas el consenso es más respaldado por la mayoría. Además, en estos momentos de crisis, es cuando realmente son necesarios los cambios. La clase empresarial sevillana tiene que tomar la iniciativa, y no esperar que te la resuelva la clase política.
-¿No teméis una división en la CES?
-¿Por qué va a haberla? Nosotros, pese a que nos llamen los díscolos, en su día planteamos a Galadí una patronal alternativa a la sombra del líder, él, pero no fue posible, de ahí nuestra candidatura. Votar a Tirado no es ir contra Galadí, ni a la inversa, porque al fin y al cabo somos compañeros. Antes, durante y después queremos la integración. Si perdemos, esperamos que sea una actitud recíproca.
-¿Y si perdéis?
-La candidatura ganadora tendría el ofrecimiento de la nuestra para trabajar juntos, estamos en el mismo barco, en la defensa del empresariado.
-¿Y lo aceptarían?
-Esperemos que sí. Hay que entender el resentimiento de quienes no están acostumbrados a que haya dos candidatos. La gente nos decía que no íbamos a tener posibilidades de ganar. Pues sí que las tenemos y, por lo pronto, aquí estamos. Yo a esos empresarios que desconfiaban sobre nuestras opciones les digo que para avanzar y hacer cosas hay que estar dentro [en la CES y en sus órganos de dirección], y no limitarse a criticar desde la barra del bar.
