Para el psicólogo y empresario sevillano Manuel Moncayo eso de ‘al mal tiempo buena cara' es un dicho fundamental. Y si alrededor nada ofrece demasiados motivos para el optimismo, él y un grupo de soñadores se han unido en el colectivo ‘Corremos por tus sueños'. ¿Que dónde es la maratón? El próximo cuatro de noviembre en la ciudad de Nueva York. Cada uno de los participantes correrá por los sueños de quienes quieran implicarse en una iniciativa solidaria que se renovará cada año y que ha motivado la aparición de algo aún más grande, la Asociación Española para la Motivación.
-¿Qué le llevó a tener esta explosión de optimismo y a darle forma?
-Ejerzo como psicólogo y empresario y tengo una empresa de Recursos Humanos que presta ayuda a muchos directivos. Un cliente llegó pidiéndome ayuda personal y profesional. Uno de los retos que quería alcanzar era correr una maratón, era su sueño. Lo logró. Y por el camino caí en la cuenta de que yo vivía de ayudar a las personas y a mí también me hacía falta ayuda.
-En casa del herrero...
-Justamente. A mí siempre me ha gustado correr, era un debe, pero no practicaba deporte y estaba bastante obeso. Personificaba al típico ejemplo del médico que fuma y está gordo. En mi caso recomendaba hacer lo contrario de lo que luego hacía. Así que elegí correr yo también. Representa una meta, algo muy difícil para mí. Hasta hace unos meses lo más que aguantaba eran cinco minutos... el 4 de noviembre tendré cuatro horas por delante para completar el maratón de Nueva York.
-Y decidió que su reto no se quedara en un asunto de superación personal, quiso involucrar a mucha gente detrás...
-Así es. No quería que el asunto se quedara en algo mío. No es esa la intención. Todos los años cerca de 1.000 españoles van a Nueva York para participar en esa carrera. Por eso inventé ‘Corremos por tus sueños', seremos un grupo de corredores amateurs con el objetivo de levantar el ánimo de nuestro país. Y, de paso, todo el dinero que consigamos con patrocinios y ayudas de las más diversas índoles irá a parar a la Asociación de Personas Contra el Cáncer (AECC) y a la Asociación de Familiares, Allegados y Personas con Trastorno Mental Grave de Sevilla (ASAENES).
-Se han propuesto representar el vivo ejemplo del sacrificio, ¿no?
-Cuando hay afán de superación se conquista cualquier reto, por difícil que este parezca. Siempre digo que no somos responsables de la cara que tenemos, pero sí de la que ponemos. Lo que intentamos comunicar es muy simple:_si nuestro entorno no cambia, cambiémonos a nosotros mismos. Esta sociedad tiene que moverse. Podemos llorar, patalear y encerrarnos en casa, pero lo único que podemos hacer para salir de una mala situación es movernos, plantar cara.
-¿Echar a correr es una buena metáfora para tiempos difíciles?
-Esa es la idea. Yo lo explico de una forma muy clara, si el niño a la primera caída no se levantara, directamente, no existiría la humanidad. ‘Corremos por tus sueños' al igual que la Asociación Española para la Motivación son solo dos plataformas que quieren plantar cara al miedo. No hay nada peor que esto. El miedo tiene una fuerza muy grande: paraliza, deprime, provoca insatisfacción. Hoy día todo el mundo vive con miedo del mundo que hemos creado. Pero estoy convencido de que, si queremos, lo podemos cambiar.
-Habrá malas lenguas que lo que piensen es que quieren pegarse un viaje a Nueva York...
-Sé que puede haber alguien que lo crea. Los corredores nos pagamos nuestros viajes y algunos tienen que hacer un esfuerzo sobrehumano para poder ir. Estamos luchando por soñar, por levantar un país aletargado cuyos ciudadanos piensan que no queda mucha esperanza. Estamos haciendo algo que puede ayudar a todos. El hombre con el hombre ayuda al hombre, contra el hombre lo destruye.
-¿Y después del maratón que quedará de todo esto?
-Pues será el momento de planear otro reto. No lo sé... tal vez dar la vuelta al mundo al globo. Pero seguiremos con nuevas aventuras y elegiremos otras ONG a las que entregarle toda la recaudación que, solidariamente, podamos recoger. Pero está claro que esto no tiene fecha de caducidad, es un proyecto muy grande, con mucho potencial.
-¿Cuántos sueños podrán cargar sobre sus espaldas mientras corren?
-Un sueño por cada paso que darán mis pies en el asfalto de Nueva York. Pero si me pregunta por un número concreto, un número representativo, le diré que son 38.000. Esta cifra no es azarosa. Mi entrenador personal es un referente en el mundo del deporte, José María Merchán. Él después de hacer los cálculos pertinentes me dio ese número.
-¿A quienes ha conseguido enrolar en la aventura?
-De momento somos quince corredores que representaremos medio millón de personas en un evento que mueve a millones de personas. ¿El perfil? De todo. Empleados, estudiantes, directivos de banca, médicos...
-¿Si usted puede, todos podemos?
-He pesado 95 kilos, ahora ya 88, mido 1,73, no era deportista y he padecido problemas de corazón. La tarea no parece fácil pero las ideas no duran mucho y siempre hay que tratar de hacer algo bueno con ellas.
