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"No soy una persona de risa fácil"

Alejo Sauras interpreta en la serie Fenómenos al buenazo de Javier Garrido

el 17 dic 2012 / 09:55 h.

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Alejo Sauras interpreta en la nueva serie Fenómenos, la comedia sorpresa de los martes en A-3 (22.45 horas) al buenazo de Javier Garrido, el subdirector de la emisora Onda Futura, un periodista amante de su profesión, a quien nadie toma en serio. Es la nueva ficción del creador de Aída, Nacho García Velilla.

Usted es el único periodista normal en la serie, ¿no?

-Soy el subdirector, el redactor de contenidos de la emisora y el único con vocación periodística. Creo que había que poner a alguien normal para que contrastara con los demás frikis de la emisora, y me tocó a mí. Mi personaje choca con la línea del programa de fenómenos paranormales, ya que la mayoría son mentira. La gracia del personaje es que es un periodista real, con ganas de informar en un medio en que es imposible hacerlo.

Visto así, parece como una parodia de Cuarto milenio...

-Sí, de hecho hay una mención a ese programa. Hay un momento en que el director me recomienda que me vaya con Iker Jiménez.

¿En qué tipo de humor milita la serie Fenómenos?

-Lleva un poco de todo: hay chistes políticos, sociales o históricos. Los productores, muy inteligentemente, han intentado que no todo el mundo comprenda todos los chistes, pero sí que entienda alguno de ellos.

¿Qué directrices les dieron al empezar a grabar la comedia?

-Nos dijeron que la idea era juntar a un montón de personas que no tienen nada que ver y comprobar cómo se crean las relaciones entre ellos.

¿Es de risa fácil?

-Me gusta reírme, pero no soy de risa fácil. Me río con los buenos chistes. Me gusta mucho la gente que sabe reírse de uno mismo. Admito incluso el humor negro, si viene de alguien que sabe reírse de sí mismo. Ayer vi un chiste que me hizo mucha gracia: un montón de africanos remando hacia España se cruzaban con una barca de gaditanos que les preguntaban por dónde se iba a Senegal. Es terrorífico, pero me hace gracia. Igual que me hizo gracia el chiste de Bush, cuando en el Despacho Oval se puso a buscar delante de los periodistas las armas de destrucción masiva por los cajones. Es terrible, porque mucha gente murió por ese gran hijo de p..., pero era gracioso. Supo reírse de sí mismo, por lo menos.

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