J.A.C.
-¿Cómo se quedó usted sin empleo?
-Fue por un cúmulo de circunstancias. Yo trabajo en la construcción, y en este sector muchos empresarios se han querido aprovechar de la situación del mercado para pagar lo que les da la gana, y amenazan con que si no se acaba el trabajo. En las viviendas que yo he ayudado a construir, levantarlas costaba entre 70.000 y 72.000 euros, más o menos, con todo, lo que es una casa. Luego, resulta que se vendían por cerca de 270.000. ¿Donde va esa diferencia? ¿De verdad sólo nos pueden pagar lo que nos pagan? Y lo peor es que luego esos pagos se retrasan y tardan meses... y los cheques que no llegan o, cuando llegan, no valen...
-¿Hasta que punto han llegado a afectarle ese tipo de problemas?
-Pues, irónicamente, en la vivienda. Yo me he encontrado con que no podía pagar las letras de mi propia casa porque no me ingresaban mi salario y se daban una serie de circunstancias y malas gestiones. En este sector es todo así. Algunos compañeros míos han llegado a perder su casa por cosas de este tipo, no porque no tuviesen trabajo, sino porque en el que tenían, el sueldo que se habían ganado no se les pagaba.
-¿Qué opina entonces de propuestas como la de eliminar las cláusulas de revisión salarial y moderar los sueldos para que la crisis no se agrave?
-No lo veo bien. Los trabajadores no tenemos la culpa de la crisis, ni tampoco nos tienen que hacer pagar los errores que haya podido cometer el Gobierno o quién sea que tenga la responsabilidad de las dificultades que pueda haber ahora mismo. Al final siempre pagamos los mismos. Las hipotecas no dejan de subir, cada vez hay menos trabajo, y encima, el poco que hay, lo quieren pagar peor. Pero eso no es lo peor, es que algunos de esos empresarios ya están empleando inmigrantes a seis euros la hora con contratos ilegales.
-¿Cree que medidas como abaratar el despido favorecían que hubiese más trabajo?
-No. Pues no. Me da la impresión de que los empresarios quieren poder echar a la gente cuando les dé la gana, para que así nos tengamos que adaptar a que nos paguen lo que les convenga a ellos, y por eso se proponen esas cosas.
