Cultura

«No tener donde caerse muerto es un seguro de vida»

Muchos artistas sevillanos han hecho grandes cosas en este 2008, pero pocos las han hecho tan al mismo tiempo como el Hombre Delgado. Su disco-libro-catálogo de arte Los desastres naturales (Autoeditado) es uno de los proyectos más interesantes del año.

el 15 sep 2009 / 20:28 h.

Muchos artistas sevillanos han hecho grandes cosas en este 2008, pero pocos las han hecho tan al mismo tiempo como el Hombre Delgado. Su disco-libro-catálogo de arte Los desastres naturales (Autoeditado) es uno de los proyectos más interesantes del año.

Afincado provisionalmente en Gelves, Fidel Moreno (Huelva, 1976) concibió El Hombre Delgado a partir de un fracaso. Cuando estaba a punto de sacar el segundo disco de su grupo, La Lengua Suelta, su compañía decidió paralizarlo todo y lo condenó a una deriva de dos años. "Me salieron un montón de canciones tristes, y se me ocurrió apadrinarlas de algún modo. Si el problema de muchos artistas es creerse un personaje, yo pensé que lo mejor era tomar distancia asumiendo un personaje", explica.

Buscó un sobrenombre a la medida entre Hammett y Dylan, y lo dotó de una filosofía propia trufada de hallazgos felices: "No tener donde caerse muerto es un seguro de vida"; Más vale vivir del aire que morir de asco"; "Canto pa no robar"... Todo ello ligado a una épica de la precariedad abierta, no obstante, a cualquier corriente artística nutritiva.

Así, en su primer disco-libro homónimo sumó 13 canciones con 13 cuentos y 13 obras de arte, con colaboradores de lujo como Alberto García-Alix o Herminio Molero, y bajo el cuidado de Borja Casani, de la galería Moriarty. Ahora repite la fórmula con su segunda entrega, Los desastres naturales, con una novela en lugar de relatos. "Cada disco que he hecho parecía siempre el último", sonríe Moreno, "y por ello pensé que podía integrarlo todo, del mismo modo en que hay teatro musical y ópera rock".

¿Qué afinidades -se preguntará algún curioso- hay entre el ciudadano Fidel Moreno y el artista El Hombre Delgado? Él mismo, desde la identidad del chico corriente, responde: "Es como llevar a la luz mi parte más sombría, ponerme la parte más fea de mí mismo como uniforme".

Sin sello discográfico, sin mánager, a El Hombre Delgado le queda su talento, sus ganas de comunicar y sus buenas compañías. De todo ello vive, pero reconoce que la cosa se ha puesto mala, si es que hubo algún tiempo que no fuera difícil para la lírica. "El Hombre Delgado es un hijo de la crisis, como todo el mundo llama a lo que está pasando. Pero lo que pasaba antes, ¿qué era?", se pregunta encogido de hombros.

El mercado discográfico está de ruina, el artístico tiritando y la industria del libro viéndolas venir, pero El Hombre Delgado -por decirlo a la manera de Casariego- no flaquea: "En general, vivo la vida como un experimento", admite. "Ahora me toca vender muchísimos discos y tener dinero, porque lo de las penurias económicas y lo de estar a la intemperie ya me lo conozco", apostilla.

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