-Vaya lesión la suya. ¿Se cura ya o no?
-Voy a mejor, la semana que viene intentaré volver a entrenarme con el resto de compañeros. Lo que no quiero hablar es de fechas para volver, porque tengo malas experiencias de recaídas anteriores. Cuando esté al cien por cien y el míster cuente conmigo, volveré.
-Es tópico, pero real, que su lesión ha sido muy inoportuna. Se está perdiendo muchas cosas buenas...
-Llevaba varios partidos titular, estábamos ganando... Nunca es un buen momento. Al menos me queda el consuelo de ver al equipo arriba. Cuando me recupere tendré que trabajar mucho para volver a ser titular.
-Lo mismo estaba usted ya hasta en el primer equipo...
-No pienso en eso. Hay que estar preparado para jugar en el Sevilla Atlético. Cuando Jiménez, que me conoce bien, entienda que estoy preparado, se verá.
-Aunque su puesto está cubierto por gente de nivel...
-Se ha ido Martí, pero quedan cuatro futbolistas muy buenos en esa demarcación.
-En su caso, la edad juega a favor. Otros no pueden ni deben esperar una oportunidad precisamente por sus años...
-Por una parte estoy tranquilo, porque no tengo prisa por dar el salto a la primera plantilla. Si no es esta temporada, intentaré que sea la que viene. Quiero jugar los últimos partidos, que dicen los entendidos que son los buenos. A ver qué pasa...
-¿Se ve la próxima campaña como el líder del equipo?
-Puede ser, pero no pienso en ser un líder. Siempre vendrá gente nueva. Pienso en trabajar y ser uno más.
-Llegar a la élite es relativamente fácil, pero complicado mantenerse. Cerca tiene un caso de un jugador al que distintas circunstancias le impidieron llegar todo lo lejos que se vaticinaba tras fichar por el Barcelona (su hermano). ¿Es un buen ejemplo su caso?
-Lo es. Me está ayudando mucho en este mundo. A mi hermano le faltó suerte, pero me gustaría alcanzar su nivel pese a no tener demasiada suerte. Con trabajo y muchas ganas es más sencillo mantenerse.
