La defensa del ex general panameño Manuel Antonio Noriega apelará la decisión hoy de un juez de Estados Unidos de ratificar la extradición a Francia del ex militar, según adelantó el abogado Julio Berrios.
El abogado en Panamá de Noriega aseguró que la defensa hará uso de su derecho a una nueva apelación, que se presentará en el plazo de un mes ante el Undécimo Tribunal de Apelaciones de Atlanta, al que competen los trámites de Florida, donde se sigue el proceso y donde Noriega cumplió ya 17 años de cárcel.
El trámite puede extenderse entre ocho y once meses, periodo en el que Noriega, apuntó, "seguirá en detención preventiva a pesar de ser ya un hombre libre y contraviniendo los mismos acuerdos internacionales que avalan su permanencia en Estados Unidos".
Estados Unidos no quiere que Noriega vuelva a Panamá y hace valer sus "intereses políticos" por encima de los de un Estado, aseguró hoy el abogado del ex general panameño.
"Este es un proceso en el que están primando los intereses políticos. Estados Unidos no quiere ver a Noriega en Panamá, quiere que muera en Francia y que vuelva solo para ser enterrado", declaró a Efe Julio Berrios, abogado en Panamá del ex militar.
Según Berrios, el Gobierno de Washington sabe que Noriega puede hacer mucho daño a los intereses políticos de quienes ahora considera sus aliados, el gobernante Partido Revolucionario Democrático (PRD), que apoyó al ex general durante su dictadura.
El gobierno panameño, dijo, ha desconocido la protección diplomática que obliga al Estado con todos sus ciudadanos y ha negado la debida asistencia a Noriega con "declaraciones cosméticas" que no han estado encaminadas a conseguir su repatriación.
"Noriega tiene por delante una batalla dura. Está peleando contra un Imperio, contra el gobierno de su propio país, contra sus antiguos amigos y contra su propio partido. Solo algunos de sus enemigos nos hemos puesto de su lado, en defensa de sus derechos", señaló el abogado, detractor ideológico del dictador y perseguido durante su régimen.
Sobre la extradición a Francia, que, a su vez, lo podría repatriar a Panamá, Berrios sostuvo que "Noriega no se moverá de Estados Unidos hasta que en Panamá se celebren elecciones" en 2009.
Panamá, recordó, presentó una solicitud de extradición de Noriega en 1991, anterior a la de Francia, presentada en 2004.
El canciller panameño, Samuel Lewis Navarro, declaró hoy a la prensa que Panamá no ha variado su postura de solicitar la extradición de Manuel Antonio Noriega, gestión que "se ha hecho de una manera consistente".
Sobre el temor que, según el abogado, tiene el gobierno de que el ex militar regrese a Panamá, Lewis acotó que "Manuel Antonio Noriega es el pasado de este país".
"Este país es un país diferente al que él dejó hace 17 años, que no se maneja ni por temores, ni por rumores, ni por conspiraciones. Este es un país democrático, donde se vive en derecho, donde hay libertad de expresión. Todas las libertades para que todo el mundo se pueda expresar cómo quiera", agregó.
El juez de distrito de Florida Paul Huck denegó hoy una segunda petición de hábeas corpus a Noriega y ratificó su extradición a Francia, país que ha suministrado suficientes garantías de que el ex militar panameño estará bajo protección de la Convención de Ginebra, incluso sin otorgársele estatus de prisionero de guerra, sentenció.
El juez William Hoeveler rechazó en septiembre pasado los argumentos de que Noriega no debía ser enviado a Francia, que lo reclama por lavado de dinero, porque violaría la Convención de Ginebra sobre prisioneros de guerra, condición con la que se le juzgó en Estados Unidos en 1992.
El ejército de Estados Unidos invadió Panamá el 20 de diciembre de 1989 para detener a Noriega, acusado de colaborar con el desaparecido cartel de Medellín en el tráfico de drogas desde Colombia hacia el norte.
La condena de 40 años de prisión con la que se le sentenció fue rebajada a 30, por haber cumplido cárcel, y luego a 20, por buena conducta, de los que cumplió 17 el pasado 9 de septiembre
