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Nos hacen falta tres planetas

Cada terrícola necesita 15,7 hectáreas para producir lo que necesita para mantener su nivel de vida y asimilar los residuos que genera. Los sevillanos casi triplican esa media con 40, o lo que es lo mismo, nos harían falta tres planetas para mantener nuestro desaforado consumo.

el 15 sep 2009 / 10:14 h.

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Cada terrícola necesita 15,7 hectáreas para producir lo que necesita para mantener su nivel de vida y asimilar los residuos que genera. Los sevillanos casi triplican esa media con 40, o lo que es lo mismo, nos harían falta tres planetas para mantener nuestro desaforado consumo.

En Sevilla se consume al ritmo de Chicago, Berlín o Shanghai, de Madrid, Barcelona y Bilbao. A día de hoy no se han integrado las pequeñas rutinas que ayudarían a gastar y ensuciar de forma sostenible, sino que seguimos anclados a los medios tradicionales de electricidad, movilidad y alimentación. Lo afirma el Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, que ha elaborado un ranking con el gasto de cada una de las capitales españolas. El resultado es que la huella ecológica de los sevillanos supera en tres hectáreas la media nacional (37).

Pero, ¿qué es la huella ecológica? Es un indicador "que mide las exigencias que la humanidad impone sobre la naturaleza". Se calcula en hectáreas, necesarias para soportar niveles de consumo tan exigentes. Podemos continuar con ese ritmo loco, para el que necesitaríamos tres planetas si todos los humanos lo siguiesen con igual intensidad, por un motivo claro: porque consumimos nuestra parte de la tarta y la de los países pobres que, al no estar desarrollados, no requieren mil electrodomésticos en casa, ni coches potentes, ni vuelos en avión.

Los sevillanos necesitan esas 40 hectáreas, porque no avanzan en los hábitos sostenibles. En la capital andaluza el perfil tipo es el de un miembro de una familia de cuatro personas, con una vivienda de entre 80 y 110 metros cuadrados, con un coche mediano de cuatro puertas -que casi siempre es usado sólo por una persona, para ir a trabajar-, que no instala más que alguna placa solar para obtener energía limpia -el resto es electricidad convencional-, que a lo más que llega es a colocar dispositivos de ahorro de agua en grifos y cisternas y a comprar alguna bombilla de bajo consumo. Los sevillanos van al supermercado más que al hipermercado, pero no reparan en si compran productos ecológicos o biológicos. No reciclan más que el papel y el vidrio, y, al menos, sí prefieren secar la ropa al sol que con secadora y desenchufar lo que no usan. Cada año se hacen 12.000 kilómetros en coche pero sólo mil en autobús. "Con esas costumbres tan laxas, el mundo explotaría", resume gráficamente el ministerio.

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