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«Nos inquieta que el dinero de los bancos no esté todavía circulando»

Un año después de la firma del Pacto por la Vivienda, el secretario general de Fadeco -la patronal de los promotores- cree que las previsiones de VPO sólo se harán realidad si fluye el crédito. «Si no, el sector se parará», avisa. Foto: Javier Díaz.

el 15 sep 2009 / 19:52 h.

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Un año después de la firma del Pacto por la Vivienda, el secretario general de Fadeco -la patronal de los promotores- cree que las previsiones de VPO sólo se harán realidad si fluye el crédito. «Si no, el sector se parará», avisa.

-En plena crisis del ladrillo, las cajas y los bancos se están quedando con inmuebles y solares cuando prevén que el promotor dejará de atender los pagos del préstamo. ¿En Andalucía está extendida esta práctica?

-A mí no me consta que esta práctica tenga en Andalucía mucha repercusión. Es verdad que estamos asistiendo a concursos de acreedores, la mayoría voluntarios, propuestos por las propias empresas buscando un convenio para hacer frente a sus deudas. El sector de la construcción y la promoción está pasando por un momento muy difícil, no ya sólo porque hay una menor demanda, sino por la falta de financiación.

-¿Cree que el convenio que la Junta cerró con los bancos garantizará liquidez a constructores y compradores de VPO?

-Todavía no estamos viendo los resultados de ese convenio; ojalá se den. El dato más característico de la crisis es la falta de financiación. Si el crédito no funciona, si el dinero no circula, el sector se para. Y ese parón no se puede atribuir sólo a la caída de la demanda. Pero, como decía un escritor, la esperanza es un riesgo que tenemos que correr y nosotros estamos esperanzados en que los préstamos se vayan a normalizar con este acuerdo, aún sabiendo que puede tener cierto factor de riesgo. Lo que hace falta es que el resultado sea tangible.

-¿Por qué dice que ese acuerdo tiene cierto riesgo?

-Porque los convenios no se hacen buenos cuando se firman sino cuando se cumplen. Claro que estamos esperanzados, pero, en la práctica, no estamos viendo que el dinero circule y eso todavía nos inquieta. Esperemos que en un corto plazo la realidad desmienta nuestras inquietudes.

-¿Cuántos promotores llegan a la federación con serios problemas para continuar su actividad?

-Estas cosas se saben siempre a toro pasado. El empresario lucha hasta el final y sólo cuando ve que no tiene salida recurre al concurso de acreedores. Fadeco lo que hace es instar a las administraciones, que son las que pueden a su vez instar a las entidades a que abran los grifos y den préstamos.

-¿Cree que la ley del derecho a la vivienda va a garantizar el acceso a un piso asequible?

-Nosotros hemos sido críticos con la ley porque nos agobia y preocupa la interpretación de los ciudadanos sobre el derecho a una vivienda. No es un derecho a un piso, es un derecho a que las administraciones hagan unas políticas en pro de la vivienda. La diferencia es extraordinaria. La norma dice que el ciudadano podrá acudir a los tribunales, pero, ¿a demandar qué? No puede demandar que le den un piso, y no muchos ciudadanos lo van a entender. Hay que ser más rigurosos. La mejor ley es un plan de vivienda que tenga suelo y financiación.

-¿Las alegaciones de los empresarios a la ley incidirán en la utilidad de la norma?

-Las alegaciones se están preparando y van en esa línea. Si estamos teniendo dificultades reales para que el Plan Concertado de Vivienda 2008-2012 esté en franquía -que se dice en términos náuticos-, vaya a buen ritmo, ¿para qué introducir otro elemento cuando aún no hemos desatascado el que acabamos de crear? Esa es nuestra posición.

-Ha hablado de las dificultades de ejecutar el Plan Concertado de Vivienda. ¿Cree que las previsiones son asumibles con un sector inmerso en la crisis?

-Si hay financiación, si se consigue suelo y si los trámites administrativos se agilizan, el plan tendrá un buen resultado. Si falla cualquiera de estas premisas, el plan no funcionará. Esta vez el texto no sólo se encamina a dar viviendas a quien lo necesita, sino a dinamizar un sector que es el motor de la economía andaluza.

-¿Las medidas que ha tomado la Junta para flexibilizar la conversión de vivienda libre en VPO son suficientes?

-Realmente ahí tenemos dificultades, y prueba de ello es el número actual de las posibles conversiones de vivienda libre en VPO, poco más de 4.000, cuando el stock es de 90.000. Nunca pensamos que esta medida fuera a tener gran trascendencia. Es un asidero, pero al empresario le supone bajar mucho el precio de los pisos. Aunque, insisto, cualquier iniciativa es bienvenida.

-¿Qué propone entonces para hacer más rentable el cambio?

-Procurar que se pudieran acoplar las viviendas libres sin salida en el mercado a VPO con las menores modificaciones, tanto en precio como en tamaño o diseño. ¿Cómo? Sólo se puede hacer modificando la legislación, puesto que estamos en una situación de emergencia. Mientras haya ese stock, será difícil el relanzamiento del sector, porque lo primero es vender lo que está almacenado.

-¿Habría que modificar la ley estatal de VPO?

-¿Por qué no? El Gobierno central está tomando medidas, pero gradualmente. A lo mejor sería más positivo hacer un plan de choque de la suficiente entidad como para salir de esta situación.

-¿Qué efecto tendrá para el sector que se haya suavizado la regulación de los campos de golf?

-Se ha flexibilizado parcialmente y nos puede venir bien, pero se ha perdido un tiempo precioso y no sabemos cuántos proyectos saldrán inmediatamente y si servirán para relanzar la actividad.

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