Hoy es sábado 15 de noviembre de 2008. Los representantes gubernamentales de 20 países se encuentran reunidos para arreglar el mundo. Los 20 incluyen a los países en cuyo seno se ha gestado el mal financiero que nos aqueja. Para inventar las reglas del juego no llamaron a nadie. Para imponerlas a todo el planeta, tampoco. Ni ahora hacen una excepción, cuando el daño es tan evidente y el modelo tan defectuoso. Por ello sabemos que se apostará por alargar este modelo agonizante.
No hay pues esperanzas en el G-20. El aumento del hambre, de las migraciones forzadas y de la pérdida de los lujos para la clase media occidental irán catalizando el cambio necesario que la ceguera y la falta de escrúpulos dificultan ahora. Cuando veíamos crecer la burbuja inmobiliaria decíamos "si va a explotar que lo haga cuanto antes pues los efectos negativos serán cada vez más insoportables". Del mismo modo, no dejemos para mañana el cambio de este modelo económico.
Hoy a las cinco de la tarde la gente saldrá a la calle en tu ciudad para reclamar a los líderes políticos que hagan bien su trabajo y que se arriesguen al advenimiento de un cambio, uno de verdad.
