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"Nuestra cultura capa a los emprendedores"

El empresario Paco Ortiz y su sociedad Xtraice lograron lo imposible: vender pistas de hielo sintético ecológico ‘made in Seville’ a los parques de atracciones de Disney. En el desayuno Cinco Nueves contó cómo lo logró

el 19 feb 2015 / 21:34 h.

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Los participantes en los desayunos de El Correo de Andalucía patrocinados por Cobre Las Cruces Los invitados al Desayuno Cinco Nueves. Foto: Jesús Barrera. Paco –insiste en que se siente «extraño» cuando le colocan el rótulo de Francisco– Ortiz no se siente a gusto tampoco con la etiqueta de emprendedor. «Estoy orgulloso de ser empresario». Este sevillano de 52 años, hoy hombre de éxito, busca en su fuero interno un «desempate» entre seis proyectos que triunfaron, otros tantos que fracasaron y el número 13, que se presentará en pocos días en un cine de Sevilla: Cosmopolitia. Pero a este antiguo niño de Los Pajaritos, orgulloso de sus orígenes, se lo conoce hoy como creador de la marca Xtraice, un hielo sintético y ecológico creado en Sevilla que dio la campanada al contar como cliente a los parques de atracciones de Disney. Ortiz fue el emprendedor de éxito que protagonizó el jueves el Desayuno Cinco Nueves de Cobre Las Cruces, celebrado en el Cortijo Gota de Leche de Sevilla, sede del editor de El Correo de Andalucía, el Grupo Morera & Vallejo. La denominación de los desayunos deriva de la clasificación del cobre cuando es más puro y excelente: 99.999. Retirado de Xtraice –hoy en manos del mayor de sus dos hijos, Adrián–, centrado en el lanzamiento de su proyecto de formación de empresarios Cosmopolitia y tras haber probado otro éxito con su empresa de ocio infantil Munaky, Ortiz explicó cómo rechazó muy joven un puesto fijo, para toda la vida, en la Cruzcampo –para disgusto de su madre– con un argumento poco rebatible: «Me dan ustedes el guion de mi vida ya hecho y soy más intrépido que eso». Comenzó a volar solo, con grandes dificultades y fracasos, pero lo importante, expresó, era «volver a levantarse» tras una caída, como la que en la Expo de 1992 le llevó a que le dejaran de pagar el equivalente en pesetas de 720.000 euros. «Pero es que en nuestra cultura no entra reconocer el fracaso, cuando en países como EEUU los empresarios tienen un historial detrás de proyectos que no salen bien», explicó. En respuesta a una pregunta en el coloquio posterior, el emprendedor explicó que en España hay tres «palabras cáncer» que «capan» el espíritu emprendedor: «Cuando comentas que quieres iniciar un negocio te sueltan tus allegados: ‘estás loco’; cuando fracasa, ‘te lo dije’, y cuando triunfas por tu esfuerzo, ‘has tenido suerte’. Da hasta vergüenza decir que uno es empresario». En este sentido, y en respuesta a la misma pregunta, que planteó el director general de la Fundación Cobre Las Cruces, Juan Román, Ortiz relató que si se pregunta en un colegio a niños de 5 años quién sale a cantar levantan la mano todos «y alguno empieza», a los 9 años ya solo se atreve la mitad y a los 13 ningún adolescente levanta la mano. «Nos capan nuestros padres, la educación, que ponen el énfasis en lo que hacemos mal y no en lo que hacemos bien», apostilló. Respecto a su experiencia con Xtraice, Ortiz explicó que, como todas sus empresas, nace de su lema «donde tienes un problema, yo veo un negocio» y que la idea de nieve sintética la copió de un precedente norteamericano. Sin embargo, el experimento salió mal al principio: uno de los componentes, estable en Canadá, se evaporaba a los 10 minutos del verano sevillano. Cuando se puso en contacto con los norteamericanos, estos le dijeron que no era posible mejorar la fórmula. Ortiz lo vio claro: «el líder mundial se ha dormido y no innova. A poco que yo haga triunfo». Y con un poco de ayuda logró un plástico autolubricado en Sevilla, el mejor producto del mundo, ganador de concursos en EEUU, pero con «credibilidad cero» porque ningún sevillano puede dar lecciones de credibilidad a los nórdicos en cuestiones de hielo. Aún así, a base de saber insistir logró vender pistas de hielo a Disney y comenzó  su boom. Ahora Xtraice está en 82 países y emplea en su nave de Salteras hasta a 40 personas en los periodos punta de producción. Ortiz también contó cómo montó la empresa Munaky de muñecos orientales en los que pueden cabalgar padres con sus hijos y sobre todo el proyecto Cosmopolitia, toda una escuela de experiencias –Silicon Valley, Shanghái, Berlín– para emprendedores que quieran «crear un CIF» antes que tener una orla. En pocos días echará a andar

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