Economía

«Nuestra recuperación ha comenzado»

El presidente del Consejo de Turismo de la Confederación de Empresarios de Andalucía, Miguel Sánchez, pronostica un 2011 con más visitas extranjeras y unos precios al alza para recuperar la rentabilidad

el 17 oct 2010 / 20:24 h.

Sánchez constata un cambio andaluz de tendencia tras dos años y medio perdiendo cuota.

-El empresario turístico andaluz es como el agricultor, llora pero al final hay buena cosecha.

-No somos ajenos a la situación económica internacional. Las vacaciones son irrenunciables, pero se recortan, no son un bien de primera necesidad. Sufrimos una sobrecarga de oferta, de camas, que ha hecho bajar los precios y, por tanto, la rentabilidad de las empresas turísticas, y también una pérdida del valor de la libra, que nos afecta en un mercado tan importante como el británico.

-Pero la sensación es de recuperación, el verano así lo ha demostrado...

-Este año hemos empezado a recuperar la cuota que habíamos perdido en los dos últimos años y medio.

-¿Por qué?

-Porque aparecieron muchos destinos nuevos de sol y playa en zonas alternativas pero sin la suficiente infraestructura, de ahí que el turista no repita. Se trata de ciclos, y en el que toca ahora se vuelve a imponer la calidad del producto, el enclave, el transporte y los precios. Lo nuestro.

-¿Se mantendrá la recuperación turística andaluza?

-Sí. Las perspectivas, a tenor del nivel de contratación para el año 2011, son buenas, con mayor interés de los tour operadores, incluso de aquéllos que habían dejado de actuar en Andalucía, y de países donde habíamos perdido mercado, como los escandinavos. Esperamos una mayor llegada de extranjeros y así lo demuestra el incremento de vuelos programados para 2011. Toca ahora recuperar los precios, la relación entre calidad y precio, para que las empresas vuelvan a la rentabilidad.

-Pero esa recuperación del precio, ¿no matará la recuperación turística?

-Estamos convencidos de que no por la variedad de nuestro producto turístico y nuestra calidad. Nadie en el Mediterráneo puede ofrecer esa variedad. El mercado nacional está recurriendo más a nuestro producto turístico, y eso es lo que hace falta también, que disfrutemos más de lo nuestro.

-Con la crisis, ¿se ha pasado a un cliente de bajo coste?

-No. Siempre ha habido clientes por así decirlo caros y también de bajo coste. Se le ofrece un servicio conforme a la categoría escogida. A nuestro exceso de oferta de camas se une la fortaleza del euro respecto al dólar, y eso daña más la rentabilidad. No podemos seguir así y no podemos volver al cliente por el precio, sino atraerlo por la calidad. Con los precios actuales perdemos dinero y descapitalizamos nuestras empresas.

-Pero los hoteles han estado llenos...

-Sí, pero perdiendo dinero.

-¿Qué habría que potenciar más, el destino de sol y playa o el de interior y rural?

-Creo que todo. La base del turismo de la comunidad está en el destino de sol y playa, pero la potencialidad del interior es grande. No se trata de potenciar más uno que otro, sino el conjunto de nuestra oferta. Las promociones de la Junta de Andalucía deben ir a todos los segmentos.

-¿Qué queda por hacer en la promoción turística de Andalucía en el exterior?

-Hacer que nuestro producto llegue más directamente a los ciudadanos a través de medios electrónicos. Es una maravilla ver en octubre las playas llenas. ¿Por qué no lo mostramos al extranjero al momento? Debemos recurrir más a esos medios y dejarnos de tantas ferias y reuniones que son sólo para nosotros mismos. Andalucía tiene una marca reconocida, no hay que convencer, sino atraer. Y una cosa es que se haga una campaña de promoción con rentabilidad política y otra muy distinta que su rentabilidad sea económica y social.

-¿De dónde traer visitantes?

-Tenemos que mantener los países tradicionales, pero prestar atención a otros cuyas economías son emergentes o se están recuperando, y pienso por ejemplo en Rusia y los de la Europa del Este. No hemos ido a buscar a los viajeros, estábamos acostumbrados a que vinieran a nuestra casa. Ahora debemos ir a las suyas.

-¿Qué más ofrecer?

-El turismo gastronómico está gozando de un espectacular crecimiento. Y queda un trabajo importante por hacer para promocionar el turismo de deporte y recuperar el de congresos.

-¿Y el golf?

-Estamos en la región de Europa con más campos de golf y con unas instalaciones magníficas. Sin embargo, aparecieron más pensando en la expansión inmobiliaria que en el deporte. Debería haber más unión entre golf y alojamiento. Tras el decreto andaluz hay más calma, al quitar trabas a los campos comerciales. -¿Se ha perdido mucho empleo turístico con la crisis?

"La formación es aún muy light"

-Se ha perdido, pero menos que en otros sectores. El problema es la estacionalidad del destino de sol y playa y, con la pérdida de rentabilidad que le he comentado, habrá más hoteles que cierren en invierno. Combatíamos la estacionalidad con el turismo de congresos y convenciones, pero se ha perdido mercado en este segmento.

-¿La razón?-Las empresas prescinden de sus convenciones, no hay alegría, y esto afecta a los congresos. Éstos han caído hasta un 30%, y aquéllas hasta el 65%. Y hay más palacios de congresos en el país, la tarta se reparte entre más.

-Sempiterna queja, la competencia de los apartamentos ilegales. ¿Han proliferado con la crisis?

-Sí. Es un mal que llevamos arrastrando hace tiempo y que ha empeorado con la construcción de apartamentos para especular y que, al final, no se vendieron. La bolsa es inmensa, siendo en el litoral cuatro veces más que el número de camas regladas.

-¿Se vigila más?

-La vigilancia es la misma. Es muy difícil ir apartamento por apartamento. Hacienda tendría algo que decir al respecto. Son ingresos no declarados.

-Los empresarios turísticos, tanto de hoteles como de restaurantes, suelen quejarse de la formación...

-Está mejorando, se invierte mucho dinero, pero el problema es que carece de un orden. Hay cientos de escuelas y centros de formación, pero la formación no es homogénea, cada uno aplica su criterio, de ahí que sea necesaria una mayor regulación. La base de la formación es muy light. En Marruecos, quien trabaja en un hotel habla dos o tres idiomas. Nosotros estamos muy por detrás de muchos países, quizás porque en España está muy devaluado socialmente trabajar en el turismo, ser camarero o limpiadora, y es un error en esta magnífica industria.

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