Que los hermanos Álvarez Quintero regresen a su ciudad natal, a Utrera. Ésa es la intención de un vecino de la localidad, Juan Fernández Castro, quien ha presentado un escrito en el Ayuntamiento en el que solicita que se nombre una comisión para iniciar las gestiones oportunas para lograrlo.
Será entonces cuando dicha comisión -según ha explicado Fernández- "deba interceder y solicitar al cardenal de Sevilla, Carlos Amigos Vallejo, que estudie la posibilidad de otorgar permiso para construir un pequeño osario en el suelo del altar mayor del Santuario de la Virgen de Consolación", patrona de la localidad, donde depositar los restos de Serafín y Joaquín.
Entonces, "si el Arzobispado acepta dicha iniciativa, se deberá solicitar la exhumación de los restos mortales de ambos comediógrafos -que se encuentran actualmente en Madrid-, y su posterior traslado e inhumación en este templo de Utrera".
De esta forma, Juan Fernández considera que la corporación municipal, y, por tanto, toda la ciudad, "honrará la memoria de tan ilustres hijos de Utrera, y de una vez por todas descansarán en su patria chica". Además -añade-, "sería de gran importancia e interés turístico cultural para nuestra ciudad".
Precisamente, esta misma idea empezó a ponerla en marcha hace una década el historiador local Eduardo González de la Peña, quien mantuvo contactos con la familia de los escritores utreranos y con las autoridades del momento: el que entonces era alcalde del municipio, José Dorado, y el párroco, Miguel Román. Sin embargo, dicha iniciativa no llegó a materializarse.
Respaldo. En su búsqueda de apoyo para esta iniciativa Fernández afirma que ha solicitado el respaldo de la Asociación de Autores, de la compañía y agrupación Álvarez Quintero de Sevilla, la asociación cultural Los Quintero de Utrera, la asociación de vecinos Los Quintero, la peña flamenca Curro de Utrera, la cátedra de flamencología de Utrera y, especialmente, a las concejalías de Educación y Cultura del Ayuntamiento.
Si finalmente se lograra realizar estas gestiones, los hermanos Serafín y Joaquín Álvarez Quintero regresarían a su ciudad natal 70 y 64 años, respectivamente, después de su fallecimiento. En Utrera, estos importantes comediógrafos cuentan ya con una calle rotulada con su nombre, un monumento en el parque de Consolación, un museo con diversos objetos personales en las instalaciones del teatro municipal Enrique de la Cuadra y una placa en memoria de la casa donde nacieron, que fue derribada para construir el edificio donde actualmente se encuentra la oficina de Correos. A todo ello hay que añadir el título de hijos predilectos de la ciudad, nombramiento con el que también cuentan estos insignes utreranos.
Serafín y Joaquín Álvarez Quintero nacieron en Utrera. Vivieron durante muchos años en la capital hispalense y tras, alcanzar un gran éxito en el mundo de la comedia, viajaron hasta Madrid. Fueron miembros de la Real Academia de la Lengua Española.
