El clan de los caracoleños, un grupo de chabolistas procedentes de Los Bermejales que ocuparon hace años viviendas del Polígono Sur, está detrás de los continuos robos que sufren los empresarios de los polígonos industriales de Dos Hermanas. La Policía Nacional desarticuló a un grupo organizado supuestamente dedicado a cometer robos con fuerza en fábricas y naves ubicadas en polígonos y ha detenido a nueve personas, una de ellas un menor, que pertenecían al conocido clan.
Según ha informado la Policía en un comunicado, los robos se produjeron en los polígonos La Isla, Fuente del Rey y La Palmera. El modus operandi empleado por este grupo consistía siempre en el mismo procedimiento. Localizaban y estudiaban previamente las fábricas y naves industriales más vulnerables o de mayor accesibilidad y en días posteriores, cuando nadie se encontraba trabajando en esa zona industrial, asaltaban los inmuebles.
Para ello, según agrega la Policía, saltaban muros o partían las puertas, ventanas e incluso techos para acceder a los distintos negocios y sustraer herramientas y material metálico que después trasladaban en furgonetas de media capacidad hasta una chatarrería ubicada en Alcalá de Guadaíra para su posterior venta.
Cuando la Policía conoció los hechos delictivos y dado que estos eran cometidos en los polígonos industriales de Dos Hermanas, se inició un dispositivo para localizar a los posibles culpables y determinar el grado de responsabilidad, así como su forma de proceder con los efectos sustraídos.
Las diligencias policiales emprendidas por parte de los agentes, consistentes en tomas de declaraciones, seguimientos y vigilancias y el empleo de medios audiovisuales, descubrieron la existencia de un grupo organizado, cuyos miembros pertenecían a un clan gitano afincado en la barriada de las Tres Mil Viviendas conocido como los caracoleños. Según el relato de la Policía Nacional, este grupo "actuaba de forma organizada y con una clara división de tareas entre sus miembros abarcando funciones que iban desde facilitar el acceso a los lugares donde se cometían los robos hasta la vigilancia para no ser detectados".
Después de la identificación de las personas que conforman este grupo y su posterior localización en la referida barriada sevillana, los agentes detuvieron a sus presuntos integrantes. El cómputo global fue de nueve personas arrestadas, asi como la incautación de dos furgonetas utilizadas para trasladar el material sustraído hasta la chatarrería donde lo vendían.
La Policía Nacional atribuye a esta organización un total de 16 delitos de robo cometidos en las instalaciones industriales ubicadas en el municipio de Dos Hermanas, que provocaron, entre los daños ocasionados y el material sustraído, un perjuicio económico a sus propietarios valorado en cerca de 120.000 euros.
La mayoría de los nueve detenidos del clan contaban con antecedentes policiales anteriores y ya fueron puestos a disposición de la Autoridad Judicial, que determinó el ingreso en prisión de cuatro de ellos.
