La reunión del presidente de la Generalitat, José Montilla, en Torroella de Montgrí con los regantes del Baix Ter acabó con un enfrentamiento entre los Mossos d'Esquadra, que custodiaban la visita, y los agricultores. Al menos tres agentes de la policía autonómica, cinco payeses y una periodista sufrieron algunas contusiones leves.
Unos 40 Mossos de Esquadra formaron un cordón de seguridad a las puertas del Museo de la Mediterránea, dónde tuvo lugar la reunión, para proteger la salida de Montilla y entonces el centenar de manifestantes intentó pasar. Durante el forcejeo con los policías, lanzaron tomates, piedras y alguna silla, según confirmaron fuentes de los Mossos. Sin embargo, en ese momento el presidente Montilla se encontraba dentro del Museo de la Mediterránea y no sufrió ningún daño.
Los agricultores criticaron la actuación de los Mossos que formaban el cordón de seguridad. "Creo que han pecado de falta de profesionalidad", dijo un miembro de la directiva de Unió de Pagesos, Antoni Casademont. Además, añadió que "la actitud de los agentes incitó los ánimos de los manifestantes, con golpes con la porra y entonces la gente les ha lanzado incluso una silla por encima".
Ya en su llegada a Torroella de Montgrí, el presidente de la Generalitat fue increpado y abucheado antes de entrar en el ayuntamiento dónde estaba prevista la reunión con la comunidad de regantes del Baix Ter. Un encuentro que duró poco más de una hora cuando lo previsto era que no se alargara más de 15 minutos.
El encuentro con los regantes "ha acabo sin ningún acuerdo" tal como explicó el portavoz de la agrupación, Narcís Illa. El presidente de la Generalitat, José Montilla, por su lado, agradeció a las comarcas de Girona la generosidad de los últimos años con el trasvase de agua del Ter, pero reconoció que "a corto plazo no se puede hacer nada para aumentar el caudal del río Ter".
