Un nuevo ataque perpetrado con una máquina excavadora en el centro de Jerusalén causó ayer un herido grave y otros diecisiete leves, mientras el atacante, presumiblemente un palestino, resultó muerto a tiros por la policía israelí, según los medios locales.
Los heridos fueron trasladados a hospitales de la ciudad, según la Estrella de David Roja, y entre ellos figura uno con lesiones de gravedad en una pierna, aunque su vida no corre peligro.
El resto presenta heridas leves, incluido un bebé de nueve meses que viajaba en un autobús urbano que recibió el impacto de la máquina excavadora.
El conductor del vehículo fue tiroteado por fuerzas de seguridad israelíes después de embestir un autobús y dos coches, aunque los medios locales dijeron en un principio que entre quienes abrieron fuego se encontraba un civil armado.
El conductor de la máquina salió de una zona de obras en el barrio de Yamin Moshé, y se dirigió a una intersección de las céntricas calles Rey David y Keren Hayesod, donde arremetió contra los vehículos.
El ataque es similar al que se registró el pasado 2 de julio en la calle Yafo de Jerusalén, donde murieron tres personas y una treintena resultaron heridas antes de que el atacante, que conducía una excavadora, fuera asimismo abatido a tiros.
Aunque ninguna organización armada reivindicó el ataque, según diversas fuentes, el autor sería Hasan Abu Tir, residente en Jerusalén Este, con documento de identidad israelí y familiar de Mohamed Abu Tir, un militante del movimiento islamista Hamás.
Mark Regev, portavoz del primer ministro israelí, Ehud Olmert, calificó el suceso de "acto terrorista", y exhortó a "todo pueblo que crea en la paz y la reconciliación a condenarlo si paliativos".
El atentado se produjo poco antes de la llegada a Israel del candidato presidencial norteamericano Barak Obama, que tiene previsto reunirse con líderes israelíes y palestinos en su gira.
