Mel señala con el dedo en la rueda de prensa de ayer.
Más amplio, con una extraordinaria terraza, alegre y con buenos productos. En la plazoleta donde se cruzan la calle Llerena y Previsión, muy cerca de la Cruz Roja, un barrio con buenos árboles de sombra y mejor ambiente. Una novedad entre buenos bares de tapas caseras, como Casa Pepe y El Tremendo, una abacería con magníficas chacinas, muy buen laterío y montaditos de categoría, para facilitar el trasiego, manzanilla de Sanlúcar de Barrameda muy fría servida en simpáticas frascas pequeñas que te dan para cuatro copas y botellines igualmente muy fríos de Cruzcampo, por lo demás, todos los vinos se copean a 2,00 euros, un fresco y frutal Zinio Garnacha, un rioja diferente, muy agradable para el tapeo, servido en los típicos vasos de chiquiteo en el Norte, para los ribereños un muy redondo Viña Mayor Roble, también hay Crianza, pero por botellas; en blancos, un joven y frutal Viña Galvana de Bodegas Delgado Zuleta, por encima de la media en estos vinos blancos de Cádiz, gustoso, muy fresco y aromático, también un divertido Yllera Verdejo 5.5, vino chispeante, bajo en alcohol y con un puntito dulce, muy alegre para beber muy frío.El sitio es alegre, por la decoración y las paredes de cristaleras que meten la plaza dentro, tonos verdes y maderas en basto, originales estanterías a base de cajones de madera y lámparas que son latas de conserva de gran tamaño pintadas, la barra está cubierta por listones de madera del mismo tono claro que las cajas-estanterías, un punto rústico pero con diseño, se nota que uno de los socios es arquitecto y ha aportado buenas soluciones de espacio y decorativas. A la decoración colaboran las diversas latas de buenas conservas y frascos de salsas y botellas que colorean las estanterías.
Las cartas de tapas y montaditos están pintadas en las verdes paredes con buen pulso y mejor caligrafía, en ellas las opciones no son pocas: los montaditos, a 2,00 euros, bien presentados, en bandejas de corcho blanco, buen pan y buenas dimensiones, muy bueno el tradicional de melva con mayonesa y pimiento morrón y el de morcilla de hígado con cebolla caramelizada y parmesano; más originales, y contundentes, el de sobrasada con torta del Casar y el de chorizo picante con queso camembert; elegante y sabroso el de salmón al eneldo con salsa noruega, y no hay que dejar de probar la pringá de Graci.
En la barra llama la atención la muy gruesa tortilla de patatas, por cierto, las tapas, como los montaditos, también a 2,00 euros, como las papas de Chipiona aliñás con atún rojo de almadraba, los chicharrones de Cádiz o la mojama de Barbate. También hay raciones, buenas para compartir, como una muy sabrosa ventresca de atún (7,00 euros) bien aliñada con unos morrones, unos guisantes, sí, sí, guisantes y un gran aceite de oliva virgen de Jaén, Bañón, también hay un llamado Bandeja degustación de chacinas (8,00 euros) donde se puede probar la magnífica morcilla de hígado que se sirve aquí, buen salchichón y menos buena la butifarra, queso viejo y caña de lomo, buena pero que debe de cortarse más fina. Para los más exquisitos, anchoas de Santoña (12,00 euros unos 15 lomos), caviar de erizos (8,00) o jurelillos de las Rías (5,00).
Buen ambiente en la clientela, animada, al fondo flamenco, flamenquito y hasta el mismísimo Raphael. Se está tan a gusto que apetece terminar la tertulia con una buena copa, y no hay mal surtido, todos primeras marcas en rones, ginebras y whisky, y que no pare la música.