El batacazo de España en su primer partido mundialista no le ha quitado el papel de favorita al triunfo final en las casas de apuestas, donde sólo han subido unos céntimos las cotizaciones que dan campeona a la Roja, que junto a Brasil y cada vez más Argentina sigue siendo de las principales candidatas.
Todo el mundo vio cómo se produjo la derrota ante Suiza y pocos son los que dudan que España se rehará del golpe y se plantará en octavos, aunque ya no depende de sí misma para hacerlo como primera de grupo, por lo que muchos empiezan a tentarse la ropa y hacer sus cábalas sobre los nuevos enfrentamientos que se pueden producir en los cruces definitivos, donde en verdad empieza el Mundial.
Si Suiza puntúa ante Chile y luego gana a Honduras, España no podrá ser primera en ningún caso. Si es Chile la que gana el lunes a los helvéticos, España sí tendrá opciones de acabar primera ganando a hondureños y chilenos, dependiendo del número de goles que marque, pues aquí la primera norma de desempate es el goal-average general, no el particular. En estas liguillas de cuatro equipos de los que se clasifican dos, puede darse el caso de que en un grupo una selección pase con dos puntos (Italia sumó tres empates en la primera fase cuando ganó el Mundial’82) mientras que en otro se puede quedar fuera con seis, que es lo que ocurriría en el nuestro si Chile le gana a Suiza, luego pierde con España y todos se imponen a Honduras, que puede tener la llave de la clasificación según los goles que encaje ante unos u otros.
Portugal o Costa de Marfil (octavos), Italia (cuartos) y Argentina (semifinales) deberían ser en teoría los rivales del primero del grupo de España en su camino hacia la final. Por la otra parte del cuadro –para el segundo del grupo H– la teoría dicta que estarán esperando Brasil, Holanda e Inglaterra, una vez que Francia está al borde del KO. La realidad es que ninguno querría vernos antes de la final.
