Así estaba ayer el estadio de Los Pajaritos.
El calendario ha mandado al Betis a una de las zonas del país donde más frío hace justo cuando el general invierno empieza a desplegar sus primeras tropas de temperaturas bajo cero. Camino Soria, como dice la canción, viajó ayer la expedición verdiblanca, y con mucha ropa de abrigo para no quedarse pajarito en Los Pajaritos, valga la expresión. No quedarse helado, literal y futbolísticamente, también es la meta del Betis ante el Numancia. Literalmente, porque calor no hace en la meseta castellanoleonesa: se esperan tres grados cuando empiece el partido y cero a lo largo de la segunda parte. Y futbolísticamente, porque han transcurrido ya dos semanas desde su última cita oficial pero no por ello hay que olvidar que el equipo de Pepe Mel viene de una derrota frente al Cartagena, y en su día ya avisó el técnico de que su ideal era no sufrir dos derrotas consecutivas en toda la temporada. Caer donde hace diez meses ya perdió el Betis de Antonio Tapia, con ridículo incluido (3-0), congelaría la progresión del conjunto y pondría en peligro (provisionalmente) su liderato. Ganar, en cambio, sería la mejor manera de entrar otra vez en calor. Literal y futbolísticamente hablando, otra vez.Soria está hoy en alerta amarilla por frío. La predicción augura una mínima de -7 grados, así que los jugadores del Betis habrán dormido bien arropaditos. La buena noticia es que no se prevé nieve, a pesar de que el blanco elemento estuvo cayendo hasta ayer mismo, de modo que el encuentro no corre peligro de suspensión. El sol incluso se dejó ver con cierta timidez poco antes de que la expedición verdiblanca llegase tras un largo viaje de siete horas, primero en el AVE a Zaragoza y después en autobús hasta Soria. No lo tuvo fácil el Betis para viajar y tampoco el Numancia para trabajar: debido a la nevada de la madrugada del viernes, el rival de los verdiblancos se entrenó en un polideportivo.El césped de Los Pajaritos estará libre de nieve, pero será casi imposible que no esté duro por culpa de la helada que habrá caído esta noche sobre la ciudad. No parece un buen escenario para que el Betis recupere el fútbol brillante del que se ha ido olvidando poco a poco, pero lo intentará. Mel, de hecho, aseguró ayer que recurrir por fin al tridente compuesto por Rubén Castro, Emana y Jorge Molina es "una buenísima opción". Su otra alternativa es sacrificar a uno de los tres, a priori Molina, para abrir más el campo. Y quizá exista una vía intermedia: el trío ofensivo permanecería intacto, el sacrificado sería uno de los pivotes y Miguel Lopes actuaría de interior por delante de Isidoro.El luso es la única novedad de la lista. Sustituye a Ezequiel porque Mel prefiere que su joven pupilo juegue el partido entero con el filial en Melilla a que tenga sólo "diez minutos" en Soria. No hay más sobresaltos: Beñat y Miki Roqué están sancionados, Dorado vuelve tras su lesión y Rodri, Cañas y Caffa reaparecen, que no es poco para ellos. Fernando Vega, en cambio, sigue desaparecido.El Numancia del ex sevillista Juan Carlos Unzué recibe al Betis líder desde una insatisfactoria undécima posición. Una derrota, por ejemplo, lo colocaría a catorce puntos de su oponente, una barbaridad impensable al principio de la campaña en un equipo que mantiene la base de la plantilla con la que la pasada campaña peleó por el ascenso hasta mediados de la segunda vuelta. A la escuadra soriana le pierde su pésimo nivel como visitante (dos puntos de 21), lo cual significa que en su campo es un enemigo difícil. Como siempre, vamos. Unzué tiene dos bajas importantes, las del portero Lafuente y el delantero Ibrahima.
