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“Nunca ensayé una estrategia para saber cómo gustar al público”

ENTREVISTA A DORANTES. El pianista flamenco se ha integrado en el Concierto de Navidad que El Correo de Andalucía ofrecerá en la Catedral el lunes a beneficio de Cáritas.

el 20 dic 2013 / 23:30 h.

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Dorantes actuará el lunes en la Catedral de Sevilla, las entradas están a la venta en Ticketmaster.es. / Paco Puentes Dorantes actuará el lunes en la Catedral de Sevilla, las entradas están a la venta en Ticketmaster.es. / Paco Puentes Pocos flamencos tienen la capacidad de llegar a públicos tan amplios como lo hace David Peña Dorantes (Lebrija, 1969). Desde el piano, el hijo de Pedro Peña, ha labrado una carrera serena pero imparable que le ha llevado a ser uno de los artistas jondos con mayor proyección internacional. En la puerta de la Nochebuena, el músico se ha integrado en elConcierto de Navidad que ElCorreo de Andalucía ofrecerá en la Catedral el lunes, a las 20.30 horas, a beneficio de Cáritas. Será, junto con el cantante Antonio Cortés, uno de los artistas invitados de la estrella de la noche, la cantaora Esperanza Fernández. –¿Qué papel va a tener en el recital del próximo lunes? –Voy a hacer dos temas acompañando a Esperanza –Nana de los luceros, de Orobroy y Mañanita de diciembre, tradicional de Jerez–y uno más, a solas, con el piano, un villancico instrumental que compuse hace dos años. –¿Cuál sería el mayor éxito del concierto? –Conseguir que afloren los sentimientos, despertar esa sensibilidad adormecida que en estas fechas está a flor de piel. Estamos en Navidad, un tiempo necesariamente emotivo. Vamos a dejarnos llevar. –¿Teme que la acústica de la Catedral enturbie la sonoridad del piano? –En ese sentido es un escenario difícil. Pero yo tengo remedios: quitarle pedal, reducir cola. De todos modos... creo que la sonoridad de un templo también aporta algo bello. La reverberación aporta matices inusuales a la interpretación del piano, no creo que haya que luchar contra este fenómeno, más bien trataré de que el teclado se ajuste de forma natural al ambiente. –¿Cuál es su relación con el género del villancico? –Tengo muchísima relación con él, no tanto en mi trabajo, sino a nivel personal. En mi familia tenemos la tradición todos los años, cuando va llegando diciembre, de componer un villancico nuevo. Lo escribimos y le vamos dando forma entre todos sin pensar nunca en que vea la luz. Nos ilusiona mucho cantarlos en las fiestas, entre nosotros. Además, siempre nos empeñamos en que las letras reflejen la realidad, para que escapen de los tópicos que han cimentado el género. –A villancico por año la colección tiene que ser muy amplia. ¿No le ha tentado compartirlos con el público? –A decir verdad, hace nueve años sacamos el cedé Navidad con Los Peña, donde dimos a conocer un buen puñado de ellos. Pero son muchos más, muchísimos. Están bien donde están, es algo muy familiar, muy nuestro. –Según ha afirmado, en este próximo Concierto de Navidad estrenará una pieza inédita. ¿Cree que con este acicate vendrán sus seguidores? –Aquí la estrella será Esperanza Fernández. Pero siempre que hago colaboraciones vienen fans a ver qué cosas bonitas salen del encuentro. –El espectáculo es a beneficio de Cáritas.¿Piensa que ustedes, como colectivo, los artistas, creadores... están suficientemente implicados con las causas sociales? –Nunca es bastante. Pero, a nivel general, sí que diría que hay una competente movilización de los artistas en los más diversos frentes solidarios. Es completamente lógico y razonable aprovechar nuestro poder de convocatoria y la facilidad que tenemos para llegar a la gente. –En su último disco, del año 2012, ¡Sin muros!, ya dio muestra de ello... –Sí, fue un trabajo que nació estando muy sensibilizado por la delicada situación de los gitanos en Francia. Abogué entonces por la capacidad de análisis del ser humano de alcanzar, cuando quiere, cuando le da la gana, puentes de entendimiento. –Por cierto que, con ese disco, está haciendo una intensa gira en países europeos y en festivales no estrictamente jondos... ¿A qué obedece eso? –Lo estamos moviendo en formato de trío y también lo hago a dúo con el contrabajista Renaud García-Fons. En países del Este nos llaman mucho, allí hay más academias de flamenco de las que la gente piensa. Me reconocen con un pianista jondo de técnica clásica. Creo que siempre he sido un músico muy personal, por eso me llaman por igual de festivales de música clásica, de jazz o de world music. –Eso nos devuelve la idea de Dorantes como flamenco que gusta también al público ajeno a este arte... –Nunca ensayé una estrategia para saber cómo gustar al público. Siempre he querido ser lo más completo posible como pianista, por eso me fui al conservatorio. La experiencia técnica me ha curtido mucho y me ha abierto muchas puertas. –¿Alguna vez su gran éxito, Orobroy, lo ha sentido como una pesada losa para avanzar? –Si sólo hubiera hecho aquel disco sí que me pesaría. Es cierto que es comenzar a tocar sus primeros acordes y prende la emoción en el público. Hubo una época en la que me inquietó, pero ya no. He seguido componiendo con éxito.

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