Cultura

Núñez Roldán vuelve la mirada a la Sevilla inquisitorial del XVI

Libros prohibidos, falsas denuncias, hombres quemados en la hoguera, gente que mata y muere por la fe. Todos estos ingredientes forman parte de El legado del hereje (Algaida), una historia con la que el escritor Francisco Núñez Roldán regresa a la novela histórica. Foto: José Manuel Cabello.

el 15 sep 2009 / 01:57 h.

Libros prohibidos, falsas denuncias, hombres quemados en la hoguera, gente que mata y muere por la fe. Todos estos ingredientes forman parte de El legado del hereje (Algaida), una historia con la que el escritor Francisco Núñez Roldán regresa a la novela histórica.

Todavía no han retirado de los anaqueles de novedades su ensayo La guerra del gabacho cuando Núñez Roldán, madrileño afincado en Sevilla, vuelve a estar de actualidad con una novela que sigue la estela de La sota de sombras, obra que le valió el premio Luis Berenguer.

Esta vez, el desarrollo de la acción transcurre ante la mirada de un niño de ocho años, que le sirve al autor "para conectar dos episodios como las rebeliones moriscas de Granada y el proceso de los herejes de Sevilla, ambos separados por esa inocencia infantil, ese no entender las cosas de la fe", explica el autor. "No hay mejor alianza de civilizaciones que la que practican los hombres en su infancia".

Pero, aunque el volumen cuenta con una rigurosa documentación, se percibe el deseo de fondo de arremeter contra el poder absoluto, sea quien sea el que lo ejerza. "La corrupción de la sociedad de finales del siglo XVI venía de la misma corrupción del poder. Las cosas que cuento pertenecen a un pasado remoto, pero no podemos ignorar que son los cimientos de nuestra sociedad, una sociedad de frontera", explica. "Siempre que haya un poder absoluto, o un poder que tienda al absolutismo, habrá inquisiciones. Hasta la ideología más progresista se asfixia cuando empieza a faltarle la autocrítica. Y siempre que haya gente que cuestione el poder, habrá herejes", prosigue Núñez Roldán.

Lejos de tomarse un descanso, el escritor ya se halla embarcado en varios proyectos, desde una novela de costumbres a otra ambientada en el siglo XIX. Cuando se le pregunta si cabe inspirarse en una España que no esté llena de ruidos y pendencias, sonríe: "Cuando abordas la novela histórica, es muy difícil que no salgan capítulos bélicos".

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