Decir que corren tiempos difíciles para la música es, a estas alturas, como repetir un estribillo muy sobado, pero no deja de ser cierto. Lo saben quienes empiezan y también quienes llevan, como O'- Funkillo, mucha carretera a sus espaldas. Lo reconoce de entrada el bajista del grupo sevillano, Pepe Bao, cuando se dispone a hablar de Sesión Golfa, el nuevo disco de esta factoría inagotable de rabia y ritmo.
"El panorama está para desanimarse, y está claro que después de todo esto mucha gente va a colgar las botas. Pero nosotros somos de los que siempre buscamos un plan B cuando las cosas se ponen feas. Nada de mala onda", asegura. Ello incluye no someterse a las presiones del mercado, ser libres para tomar los caminos que decidan y, sobre todo, derrochar fe en lo que ellos mismos hacen. "Tenemos un discazo y sabíamos que el momento es ahora. Había compañías que estaban interesadas en sacarlo, pero querían hacerlo unas en septiembre, otras en noviembre... Y dijimos: ¡de eso nada, ahora! La crisis se nota, pero con esta música vamos adonde sea. Si tenemos que irnos una temporada a Sudamérica, o a Centroamérica, allá que nos vamos, Vivimos donde está el pescado", agrega el bajista
Una simple escucha del repertorio de Sesión Golfa permite entender los fundamentos de tanto entusiasmo. Se trata de 14 mazazos sin concesiones, en los que se aúna la acostumbrada exigencia técnica del grupo con unas letras más protestonas e irreverentes que nunca, entre las que por cierto se ha deslizado más de un mensaje que podrían compartir los indignados del movimiento 15-M. "En este disco hemos hecho lo que hemos querido, y tal vez nos hayamos mostrado más críticos que en trabajos anteriores, pero la química y el buen rollo permanecen intactos", comenta Bao. "Con un tema como Revolución urbana puede que incluso nos adelantáramos a toda la movida de la Puerta del Sol y Plaza de Catalunya, pero es que ya en enero veíamos cómo estaba el patio y entendíamos que la música tenía algo que decir".
Una ojeada a los créditos del álbum permite asimismo descubrir lo bien acompañados que han estado los O'Funkillo en el proceso de elaboración del mismo. Además de amistades frecuentes como Athanai Castro o Susana Ruiz, los sevillanos han echado mano de gente tan ilustre como Chusta, cantante de La Selva Sur; Fortu, vocalista de la leyenda patria del heavy Obús; Manuel Molina, guitarra de Lole y Manuel; Raimundo Amador, Juanito Macandé, El Rata, Lin y Nani Cortés, el guitarrista José Alcedo... Un verdadero ejército de talento que cuenta además con la masterización de J Alandalus, de Def con Dos, con un sello que se percibe desde el primer corte, ese demoledor Dame la pasta.
Desde que se revelaran allá por el año 1997 con su peculiar estilo, que dieron en llamar funky andaluz embrutessío, los O'Funkillo no han cesado de recorrer escenarios de toda la geografía nacional y parte del extranjero, pero no renuncian a sus raíces sureñas: "La peña andaluza nos tiene como un grupo suyo, por más que lo que hacemos mole también en Euskadi, Valencia, Murcia o Madrid", asevera Pepe Bao, quien presume de no plegarse a los esquemas rígidos de ningún estilo ni tendencia en particular. El funky, el rock duro, el flamenco o el hip hop, todo tiene cabida si pasa por el filtro personal del grupo.
Al fin y al cabo, prosigue el músico, "lo que queremos es hacer música, buena música. No queremos hacer un villancico, y nunca vamos a ser los autores de la canción del verano. En este disco hay temas de cinco minutos, otros de cuatro y pico, y nos da igual que entren o no en tal o cual radio. Lo que nos gusta es juntarnos y meterlo todo en la batidora", añade.
Hace unos años, O' Funkillo atravesó una de sus peores crisis, cuando anunciaron ruptura e incluso sus miembros se citaron en los tribunales. Todo eso parece olvidado ya, y la prueba más palpable de que las paces están hechas es la cohesión que desprende el nuevo disco. "Hemos vuelto para que O'Funkillo dure todo lo que tenga que durar", afirma Bao, y apunta a renglón seguido: "Cuando nos separamos, nos dimos cuenta de que se había perdido el rollo entre nosotros, pero ahora estamos de subidón".
Cuando se le pregunta por ese peculiar estilo que es todo lo contrario a la contención y la mesura. "Somos tocones, sí, nos gusta marear la perdiz", se sonríe el bajista, considerado por sus seguidores como el Paco de Lucía de las cuatro cuerdas. "Hay grupos que piensan que si haces eso, ya sabes, el virtuosismo y todo eso, tal vez no vendes, o vendes menos. Pero creemos que a la gente hay que darle sorpresas, y cuantas más mejor. Este disco está cargado de detalles, de cosas que a veces no descubres hasta la tercera escucha. Y las letras van a saco: nada de chacachaca, te quiero amor mío, te busqué en una nube... Nosotros hablamos de todo, de fiestas, de follar, de golfear y de mosquearse con todo lo que está pasando", enumera.
Un disco, este Sesión Golfa, que Pepe Bao define como "super anárquico", que ha ido saliendo con la aportación de todos, hasta el punto de que "no hay ni un tema entero de nadie", y que ahora toca trasladar al directo, tradicionalmente uno de los puntos fuertes del proyecto O'Funkillo.
"Lo mejor que nos sale son los directos, pero este disco no nos lo va a poner fácil a la hora de trasladarlo a escena", explica el bajista. "Nos llevaremos a los Tony Manero a los metales, contamos también con el Pepillo de Tabletom... Pero loseguro es que todo va a salir bien ensayado, estamos a piñón con eso. Tocaremos nueve temas del disco nuevo, y luego 13 o 14 de los anteriores. Va a ser una gozada", promete.
