El presidente de EEUU, Barack Obama, partió a Oslo para recoger el Nobel de la Paz que se le otorgó el pasado octubre y que describió como "una llamada a la acción frente a los desafíos comunes", pero que le llega ahora que acaba de anunciar una escalada de la guerra afgana que llevará a cabo contra la red terrorista Al Qaeda y el movimiento talibán.
Una encuesta dada a conocer esta semana por el Instituto Quinnipiag indicó que apenas el 26% de los estadounidenses cree que Obama merece el Nobel mientras que la mayoría está en desacuerdo con la concesión. La propia Casa Blanca no es ajena a la contradicción que supone conceder el Nobel de la Paz al presidente de una nación en guerra, e indicó que Obama hará alusión a esa "yuxtaposición" en su discurso.
Aunque las miradas están puestas en Oslo y el premio de Obama, Estocolmo vivirá hoy una gala histórica gracias a la cifra récord de cinco mujeres galardonadas, entre ellas Elinor Ostrom, primer Nobel de Economía en femenino desde la creación de este honor.
Además de Ostrom, Herta Müller en Literatura, Elizabeth H. Blackburn y Carol Grieder en Medicina, y Ada Yonath en Química, que junto con Müller será la única no estadounidense del grupo de premiados, forman el póquer de damas que superó la marca instaurada en 2004 por Linda B. Buck, Wangari Maathai y Elfriede Jelinek al ganar, respectivamente, en Medicina, Paz y Literatura.
Los premios científicos, por su parte, volverán este año a confirmar que las barreras entre las disciplinas se difuminan cada vez más. El mapa tridimensional atómico del ribosoma y el Nobel de Química sintetizó esta tendencia.
