El presidente de EEUU, Barack Obama, llega al ecuador de su mandato con un alto desempleo y un lento crecimiento económico, que deberá afrontará con un nuevo equipo de asesores tras la salida de cuatro de sus principales colaboradores en tres meses.
La Casa Blanca anunció ayer que Lawrence Summers, responsable del Consejo Nacional Económico (NEC), el principal órgano asesor económico de la presidencia, abandonará su puesto este noviembre para reanudar su carrera académica en la Universidad de Harvard. Y pocas horas, después se hizo pública la renuncia del subsecretario del Tesoro de EEUU para la estabilidad financiera, Herbert Allison. Éste dirigía en la práctica el plan de rescate cifrado en 700.000 millones de dólares conocido como Programa de Alivio de Activos Depreciados, aprobado a finales de 2008 por el anterior Gobierno que presidía George W. Bush.
Estas salidas se unen a la de Christina Romer, la presidenta del Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca, que se marchó a la Universidad de California a principios de este mes, y al director de Presupuesto de la Casa Blanca, Peter Orszag, que abandonó su puesto en julio.
Estos cuatro altos funcionarios formaron junto con el secretario del Tesoro, Timothy Geithner, las cuatro patas sobre las que se apoyó Obama para luchar contra la recesión económica cuando llegó a la Casa Blanca y para estimular el crecimiento del país.
Pero los resultados de la gestión económica no han sido, de lejos, los esperados. Summers y Allison se van en un momento de elevado desempleo, el 9,6%, y un crecimiento económico cada vez más débil. Al calor del plan de estímulo económico emprendido en el año 2008, la economía se recuperó y llegó a crecer un 5% a finales de 2009, pero este ímpetu ha ido languideciendo y la economía creció el 3,7% en el primer trimestre de este año y sólo un 1,6% en el segundo.
Pésimas previsiones. De hecho, las noticias económicas para Obama no son nada alentadoras. El martes, la Reserva Federal de EEUU expresó preocupación por el riesgo de deflación e indicó que, si fuera necesario para reactivar el crecimiento, está preparada para intervenir en los mercados.
La renovación de su equipo económico revela el peso que la economía tendrá en las elecciones legislativas del próximo 2 de noviembre, en las que los demócratas corren el riesgo de perder la mayoría en las dos cámaras del Congreso. Así, Obama se ha dedicado casi en exclusiva a la economía en las dos últimas semanas: ha anunciado un plan millonario de inversiones en obras públicas, recortes en los impuestos para la clase media y ayudas para las pequeñas y medianas empresas. Pero la crisis económica sigue presente en las vidas de los estadounidenses, como se puso de manifiesto esta misma semana en un encuentro que Obama tuvo con los votantes.
"Estoy exhausta de defenderle, de defender a su Gobierno. Estoy realmente decepcionada de a dónde hemos ido a parar", dijo en el encuentro una mujer afroamericana, en una intervención emotiva que parecía recoger el sentir del votante medio. El presidente no pudo sino recordar algunos de los logros de la primera parte de su legislatura.
