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Obama pide una respuesta global al desafío de Corea

Corea del Norte imitó en su segunda prueba nuclear el modus operandi de la primera, en octubre de 2006: acompañó la temida maniobra con varios misiles de corto alcance. Pyongyang avisó de que esta prueba ha sido más potente que la de hace tres años. La ola de condena internacional ha sido inmediata.

el 16 sep 2009 / 03:18 h.

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Corea del Norte imitó en su segunda prueba nuclear el modus operandi de la primera, en octubre de 2006: acompañó la temida maniobra con varios misiles de corto alcance. Pyongyang avisó de que esta prueba ha sido más potente que la de hace tres años. La ola de condena internacional ha sido inmediata.

Corea del Norte lanzó en la madrugada de ayer su mayor desafío a la comunidad internacional en los últimos años. Pyongyang realizó una segunda prueba nuclear subterránea "con éxito" y con "un nivel superior en términos de poder explosivo y tecnología" al test realizado el 9 de octubre del 2006, según la agencia estatal KCNA. Las agencias sísmicas de Corea del Sur y Estados Unidos detectaron un temblor de entre 4,5 y 4,7 grados de magnitud en la escala Ritchter pocos minutos antes de las 10 de la mañana (2.00 hora española), frente a los 3,6 grados que registró el instituto sismológico surcoreano en la primera prueba nuclear de Corea del Norte en 2006.

Las primeras informaciones desde Seúl apuntan a que el test se habría realizado a unos 15 kilómetros del primer centro de pruebas norcoreano en la localidad de Kilju (provincia de Hamgyeong Norte), en el noroeste del país comunista. Corea del Norte afirmó que la prueba fue "segura", lo que apunta a que no se ha detectado ninguna filtración al exterior de material radiactivo, algo que también aseguró tras la explosión controlada del 2006.

Tras la prueba nuclear, Pyongyang lanzó dos nuevos misiles de corto alcance en un intento de disuadir a aviones espías estadounidenses. Ambos proyectiles fueron lanzados desde la costa de Wonsan, cercana a la zona donde se llevó a cabo la prueba nuclear.El ensayo nuclear, con una explosión de 20 kilotones de potencia, desató una catarata de condenas y protestas, con un llamamiento casi unánime al Consejo de Seguridad de la ONU para que detenga la espiral de tensión al noreste de Asia.

Desde Pekín a Washington, pasando por Hanoi -donde ayer comenzaba la reunión de ministros de Asuntos Exteriores de Asia y Europa-, Moscú, Seúl, Tokio y otras capitales del resto del mundo se prodigaron en las condenas y llamamientos al Consejo de Seguridad de la ONU para que frene a las autoridades de Pyongyang. Incluso desde Irán Mahmud Ahmadineyad dijo estar "en contra de la proliferación nuclear".

Junto a su vecino más cercano, Seúl, Japón calificó el ensayo como "una provocación inaceptable" y un "desafío" a la comunidad internacional. Anoche, en respuesta a tal catarata de indignación, el Consejo de Seguridad de la ONU se reunió a partir de las 22.00 hora española.

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