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Obama promete cerrar Guantánamo, pese a que el Congreso le ha negado los fondos para hacerlo

El presidente de EEUU, Barack Obama, insistió hoy en que cerrará el penal de su base naval en Guantánamo (Cuba), pese a que el Congreso le ha negado los fondos para hacerlo, y afirmó que podría mantener a algunos detenidos indefinidamente presos en suelo estadounidense.

el 16 sep 2009 / 03:05 h.

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El presidente de EEUU, Barack Obama, insistió hoy en que cerrará el penal de su base naval en Guantánamo (Cuba), pese a que el Congreso le ha negado los fondos para hacerlo, y afirmó que podría mantener a algunos detenidos indefinidamente presos en suelo estadounidense.

"La prisión de Guantánamo ha debilitado la seguridad nacional de Estados Unidos. Es una arenga para nuestros enemigos", dijo Obama en un intento de refutar los argumentos de los republicanos para mantener la cárcel abierta.

"La cerraremos", prometió el presidente en un discurso en los Archivos Nacionales, un edificio emblemático donde se preservan los documentos más importantes de Estados Unidos, incluida la Constitución.

Inmediatamente después de su intervención, el ex vicepresidente Dick Cheney, que se ha convertido en la principal voz de la oposición, alertó de que "traer terroristas que son lo peor de lo peor a Estados Unidos sería un gran peligro y un motivo de arrepentimiento durante años".

Cheney, uno de los creadores hace siete años del penal de Guantánamo durante el anterior Gobierno estadounidense que presidió George W. Bush, habló en el Instituto Empresarial de Estados Unidos, un centro de estudios conservador.

Las palabras de Cheney han tenido eco incluso entre las filas de los líderes demócratas en el Congreso de EEUU, que han negado al presidente los 80 millones de dólares que había pedido para cerrar la cárcel de Guantánamo hasta que explique claramente cómo pretende hacerlo.

En su discurso, Obama respondió a esta inquietud al delinear su plan para desmantelar el penal, donde permanecen recluidos 240 hombres.

El presidente de EEUU reveló que sopesa crear un sistema legal que permita el encarcelamiento "prolongado" de algunos detenidos para prevenir que ataquen a Estados Unidos en el futuro.

Estaría destinado a personas que "no pueden ser juzgadas por delitos pasados, pero que representan una amenaza para la seguridad de Estados Unidos", por haber declarado su apoyo al líder de al Qaeda, Osama bin Laden, o recibido entrenamiento en campos terroristas.

Obama prometió que si se decanta por esta opción habría un sistema de supervisión judicial y legislativa de las detenciones.

Las organizaciones de derechos humanos rechazan esa posibilidad e insisten en que los detenidos de Guantánamo deben ser juzgados o puestos en libertad.

En su discurso, Obama dijo que trasladará a algunos de ellos a prisiones de máxima seguridad en Estados Unidos y que serán juzgados, siempre que se pueda, en tribunales federales.

Para apuntalar sus palabras, el Departamento de Justicia anunció hoy que trasladará a Ahmed Khalfan Ghailani a un tribunal federal de Nueva York para ser juzgado por su presunta participación en los atentados contra las embajadas estadounidenses en Tanzania y Kenia en 1998.

Se convertirá así en el primer detenido de Guantánamo que es procesado en un tribunal civil estadounidense.

Obama también ha resucitado los tribunales antiterroristas creados en Guantánamo por el gobierno de George W. Bush, con algunos cambios en las normas que dan más derechos a los acusados.

El presidente de EEUU dijo hoy que esos tribunales permiten la protección de información clasificada y la presentación de pruebas recogidas en el campo de batalla que no pueden presentarse ante un tribunal federal.

Obama anunció, además, que su Gobierno ha decidido que 50 detenidos pueden ser enviados "con seguridad" a otros países y que ahora negocia su transferencia.

La Casa Blanca ha tenido poco éxito por ahora en convencer a sus aliados europeos y árabes de que acepten a presos de Guantánamo, pues tan sólo Francia ha acogido a uno de ellos.

Obama afirmó que su Gobierno acatará la decisión de los tribunales de poner en libertad a 21 presos, aunque no dijo dónde.

Con anterioridad, su administración había señalado que podría liberar a algunos de ellos en territorio estadounidense, pero Obama no repitió hoy esa declaración.

En el Congreso, la mayoría de los demócratas ha dado la espalda al presidente por el temor a que algún detenido en Guantánamo acabe en sus distritos para ser encarcelado o liberado.

Los republicanos han explotado ese miedo al afirmar que Obama quiere mandar terroristas "a su barrio". El presidente pareció aludir hoy a estos temores cuando criticó los discursos "diseñados para asustar a la gente en lugar de informarla".

En este contexto, Obama apeló a la seriedad de los legisladores en sus comentarios, y recordó que "yo no soy el único en esta ciudad que ha prometido respetar la Constitución".

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