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Obama someterá hoy su proyecto al referéndum popular

Los últimos sondeos concluyen que el 55% de los electores se decidirán por los conservadores, frente al 40% que votará a los demócratas.

el 01 nov 2010 / 19:48 h.

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Barack Obama recibe la bienvenida de sus correligionarios, durante un mitin en Cleveland, Ohio.

EEUU renueva hoy la Cámara de Representantes, un tercio del Senado -ambas bajo el control de los demócratas- y 37 gobernadores, en unos comicios que serán una prueba para el Partido Demócrata en el ecuador del mandato del presidente estadounidense, Barack Obama.

Su nombre no aparecerá hoy en ninguna papeleta, pero esta votación supone un referéndum de hecho sobre su proyecto político tras dos años en el poder. Además, del resultado de los comicios dependerá que Obama tenga que alterar las prioridades del resto de su mandato. Por ello el presidente se ha comportado a lo largo de este mes como un candidato más y ha pasado más tiempo recorriendo estados para defender las candidaturas demócratas que en la Casa Blanca.

Con estas comparecencias, Obama ha buscado galvanizar a un electorado demócrata que, según las encuestas, se muestra mucho más renuente a acudir a las urnas que los votantes republicanos, animados por el movimiento ultraconservador Tea Party. Si lo logra, representará tanto una victoria para los demócratas como un triunfo personal, tras meses de constantes descensos de su popularidad.

El día 21, el Instituto Gallup situaba su aceptación en el último trimestre en el 44,7%, dos puntos y medio porcentuales menos que en el trimestre anterior.

La Casa Blanca rechaza que la elección de hoy vaya a representar una consulta sobre el presidente y sus medidas políticas, rodeadas de un halo de impopularidad entre el electorado. El portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, indicó que los votantes tendrán en cuenta, sobre todo, "cuestiones locales y asuntos que no son importantes nacionalmente, pero sí para estados y distritos electorales individuales".

El encuestador Mark Penn, que fue el estratega jefe de la campaña presidencial de Hillary Clinton en 2008, le contradice y opina que "lo que más va en contra del Gobierno es la cantidad de gente insatisfecha con la economía y esta administración, dispuestos a votar pensando en clave nacional en lugar de los méritos de su candidato particular".

De cumplirse lo que vaticinan los sondeos, estos votantes insatisfechos darán importantes victorias a los republicanos, que podrían hacerse con el control de la Cámara de Representantes y -menos probable, pero no imposible- el Senado. Así, las encuestas de ayer dan una ventaja de entre seis y 15 puntos a los republicanos. El sondeo de la firma Gallup realizado entre el jueves y el domingo entre 1.539 probables votantes coloca al Partido Republicano en cabeza con un 55% de la intención de voto frente al 40% del Partido Demócrata.

Un Congreso controlado, en todo o parte, por los republicanos obligaría a Obama a replantearse su estrategia legislativa, hasta ahora basada en los amplios márgenes demócratas en ambas cámaras, e incluso sus prioridades para los dos años que le restan de mandato. Entre las prioridades de Obama figuran la reforma migratoria integral y una nueva ley de Energía, dos medidas que han contado con la férrea oposición de los republicanos durante la primera mitad de la Administración. Asimismo, el futuro de medidas como las reformas de los sistema financiero y de salud dependerá en gran parte de quienes lleven el timón a partir de enero de 2011. Los republicanos han prometido que, de ganar, entre sus primeras tareas figura la revocación de toda o buena parte de la controvertida reforma sanitaria, aprobada en marzo sin ningún apoyo de la oposición.

El presidente estadounidense asegura que no quiere renunciar a nada y mantendrá su presión para sacar adelante sus objetivos. Otra posibilidad que maneja la Casa Blanca para el resto de su mandato es hacer un uso mucho mayor de los decretos ley, u órdenes ejecutivas, en lugar de depender tanto del Congreso.

En cualquier caso, la Casa Blanca tendrá que poner el énfasis mucho más en las medidas económicas, que en la primera mitad de mandato compartieron papel con la reforma sanitaria o las guerras en Irak y Afganistán.

No todo sería más difícil necesariamente para Obama con un Congreso dominado por los republicanos. En lo que respecta a la guerra en Afganistán, es probable que el presidente encontrara más apoyo para continuar el conflicto entre la actual oposición que en su partido.

Sin embargo, tanto el presidente como los demócratas han pintado estas elecciones como una opción entre el regreso a las políticas "fallidas" de los republicanos y el avance de medidas que saquen al país del atolladero actual. Y en ello se han empleado unos y otros. Hasta tal punto que el coste de la campaña de las legislativas de este año ha batido récords. Los expertos calculan que demócratas y republicanos han gastado más de 2.100 millones de euros. Los motivos pueden ser el surgimiento del Tea Party y el elevado número de estados en lucha.

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