Objetivo: 17 oktober

Una empresa de Mairena del Aljarafe forma a seis jóvenes en la cultura y el idioma alemán para que consigan unas prácticas que les permita estudiar en la Formación Profesional Dual germana

Alemania Mairena Entre Mairena del Aljarafe y la ciudad alemana de Munich distan más de 2.000 kilómetros. Una distancia que se hace corta para seis jóvenes sevillanos que han rodeado con rojo el 17 de octubre en su calendario. Dentro de una semana, estos seis jóvenes de entre 20 y 32 años se enfrentarán a su mayor reto: cuatro entrevistas con empresas alemanas que serán la primera de las puertas a un contrato laboral. A través del programa MobiPro EU, impulsado por el Gobierno germano, estos jóvenes llevan seis semanas formándose tanto a nivel cultural como en el idioma para afrontar la entrevista que les permitirá formarse en el programa de Formación Profesional Dual. Empresas como Siemens, Zausinger o Remmondis, entre una docena de empresas, no sólo acogerán a estos jóvenes en prácticas, sino que financiarán su educación en el sector en el que se inicien laboralmente. En su tierra, la empresa Zahabit, ubicada en el Parque Comercial PISA, ha sido la que ha arriesgado y ha apostado por este proyecto de la mano de su coordinador, José Luis Moscoso. El responsable de esta aventura asegura que para los jóvenes es una «motivación» aprender y trabajar simultáneamente. Michael Schumacher, considerado como el piloto de Fórmula 1 más laureado de la historia, se forjó con la formación profesional dual. Un ejemplo que siempre pone Moscoso para animar a los jóvenes a embarcarse en esta aventura. «Siempre explico que la filosofía de las empresas alemanas que apuestan por el proyecto es el de preparar a su propia cantera, igual que los equipos de fútbol», comenta el coordinador. Alemania es la tierra prometida para los aspirantes a «un mercado laboral digno». Les da igual en qué trabajar, la cuestión es hacerlo. Así lo afirma Antonio Medina, un joven que aspiraba a ser periodista, pero que después de un año de incertidumbre y tener que esperar una beca que nunca llegó ha decidido embarcarse en un proyecto del que no tiene nada que perder. Aprenderá un idioma, abrirá su mente a una nueva filosofía de trabajo y conocerá una nueva cultura. En el caso de David Baus el paro fue lo que le empujó a unirse al proyecto. Procedente del sector de la construcción, este treintañero tiene «mucha esperanza» puesta en Alemania, «ya no sólo por la experiencia, sino también por la posibilidad de encontrar un trabajo». Con esta misma motivación viaja Mª Carmen Bejines. Estudió para auxiliar de enfermería y en su centro le dijeron que el país germano era una oportunidad para su profesión, «sobre todo en los geriátricos». Tendrán la oportunidad de demostrar sus ganas el sábado cuando se enfrenten a las cuatro entrevistas. Un día antes, ya en Alemania, tendrán un encuentro con jóvenes del país que se forman con ese modelo. «Si lo hacen bien, incluso será positivo para ellos, porque podrán elegir con qué empresa formarse», puntualiza Moscoso. Luego volverán a su tierra natal, a seguir preparándose, y durante el primer trimestre del año que viene regresarán al país donde estarán seis semanas de prácticas. Entonces las empresas decidirán y si lo hacen bien el próximo curso empezarán su formación profesional dual. «Después de dos o tres años de formación y empleo, las empresas deberán decidir si las contratan o no; no entran directamente», explica el coordinador del proyecto. Aunque las empresas adelanten el dinero, durante todo este tiempo, el Gobierno alemán, a través de la Agencia Federal de Trabajo, se hará cargo de los salarios y la formación de los jóvenes extranjeros. Dominar un nuevo idioma es una de las grandes motivaciones. Pero una de las profesoras de estos jóvenes, Mª Carmen Cordero, asegura que aunque conocer el idioma es importante, no lo es todo. Ella se marchó en su día al motor económico europeo, «y aunque sabía el idioma, también hay que estar preparado para el clima y la cultura». Además de la famosa puntualidad alemana, también tienen que adaptarse al carácter distante de los germanos. «Y, sobre todo, a la oscuridad», recalca Cordero. Aunque los jóvenes desempleados son los beneficiarios de este proyecto, desde Zahabit se han propuesto que este proyecto sea un imán para que las empresas alemanas quieran establecer filiales en el PISA. «De hecho, algunos empresarios han venido a ver cómo preparamos a los chicos y a ayudarles a simular alguna entrevista para que vayan más preparados, además de ver el entorno», explica Moscoso. Ahora solo queda que el sábado que viene, cuando los responsables de estas empresas entrevisten a los jóvenes aljarafeños apuesten por ellos para atraerles al mercado laboral. Para ello, durante estas seis semanas, su profesor de alemán, Jens Zahorszhy, además de enseñarles la gramática básica, les ha aleccionado en las dotes de la comunicación germana. Zahorszhy es consciente de que no es fácil, pero cree que lo conseguirán. Así que solo queda desearles viel erfolg.

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