Julio Velázquez, pensativo durante el entrenamiento bético del viernes / Manuel Gómez
El Betis de Julio Velázquez no es ni mucho menos un equipo de diez, pero su entrenador sí puede serlo. De diez partidos, se entiende. El conjunto verdiblanco, en una pésima racha de resultados, juego y sensaciones, recibe al Recreativo en la décima jornada de Liga y el futuro de su técnico se antoja de otro color no verdiblanco si no es capaz de resucitar ya a un grupo en franca cuesta abajo. La gran duda es si hay algo en la recámara de este Betis gris y de este técnico que no reacciona. En la del equipo, en teoría, hay material para pensar que la reinvención y el final de tanta mediocridad sobre el césped no son pura utopía. En la segunda, si hubiera algo, debería ser confianza por parte del club. El problema, se intuye, es que las dos están vacías ahora mismo. Conclusión: el míster afronta su ser o no ser. Este callejón sin aparente salida es la consecuencia de una campaña horrible que ha degenerado en un mes sin ofrecer un triunfo a los suyos. Desde el 28 de septiembre, cuando derrotó al Mirandés (2-0), el Betis ni ha ganado ni ha marcado un gol. Y no hay excusas:_Rubén Castro ha participado en todos esos duelos, Jorge Molina y Rennella han estado disponibles y ningún rival era una potencia mundial. Uno, de hecho, era un recién ascendido de Segunda B. El Betis no ha ganado ninguna de estas batallas no por injusticias ni conspiraciones, sino porque ha jugado muy mal al fútbol, una constante desde el principio de la temporada... perdón, de la pretemporada que Velázquez no ha corregido. Como mucho ha alcanzado cierta seguridad defensiva (un gol en contra en estos cuatro partidos), pero tan raquítica oferta no satisface ni de lejos la demanda de sus aficionados y del club al que representa.
La postura de la afición es clave. Harta de estar harta, la hinchada aprovechó la reciente noche copera para reprender a su entrenador, sus futbolistas y sus gobernantes con el fin de que alguien, quien sea, espabile y evite que el Betis vaya noveno en Segunda o que acumule 426 minutos sin celebrar un gol y casi sin rematar a portería (dos lanzamientos en tres jornadas de Liga). Una cosa es la lealtad y otra, el apoyo incondicional sin recibir nada a cambio. Hoy amenaza tormenta en Heliópolis, por mucho que el club intente suavizarla con un homenaje al gran Luis del Sol.
En el otro parte, el de bajas y altas, la mayor novedad en el Betis es el descarte de Perquis, Casado y Dani Pacheco. Velázquez anuncia pocos cambios, así que habrá que ver cómo logra esa vuelta de tuerca imprescindible. En el Recre, José Luis Oltra recupera a Montoro y Joselu, pero ayer perdió a Braulio.
Para colmo de males, este Betis redivivo en defensa pero muerto en ataque recibe al segundo mejor sistema defensivo de Segunda, con 6 goles encajados hasta ahora. Los verdiblancos, además, ya han dejado escapar cinco puntos en cuatro comparecencias en el Villamarín. El Recre, en cambio, es el cuarto visitante más potente (7 puntos de 12) y en total sólo ha perdido un encuentro (3-0 en Santander).
La buena noticia para el Betis es que quedan 32 jornadas y tiene la zona de play off a tiro de un triunfo. El problema es la sospecha de que en la recámara de Velázquez no queda ya ninguna bala para lanzar ese tiro.
Alineaciones probables:
Real Betis: Adán, Molinero, Bruno, Jordi, Álex Martínez, Lolo Reyes, Dani Ceballos, Matilla, Cejudo, Jorge Molina y Rubén Castro.
Recreativo de Huelva: Sotres, Córcoles, Menosse, Juanan, Víctor Díaz, Pedro Ríos, Dimas, Jesús Vázquez, Cabrera, Montoro y Joselu.
