Cultura

'Obsesionada': ¡Menuda bazofia!

Siendo dolorosamente sinceros, a 'Obsesionada' no hay por dónde cogerla. Ni el director, ni los actores (Beyoncé incluida) ni el guión aportan lo más mínimo. Si no quieren malgastar sus caros euros, hágase un favor: evítela.

el 16 sep 2009 / 05:14 h.

El sueño es algo realmente curioso: aparece cuando menos nos lo esperamos (ese sopor después del almuerzo cuando uno tiene que trabajar es terrible) y, cuando estamos completamente agotados tras un duro día, se nos muestra esquivo, manteniéndonos despierto con los ojos como platos. Tampoco es algo que se pueda buscar, ni si quiera en la oscura comodidad de una sala de cine.

Si él así lo quiere aparecerá, pero perseguirlo denodadamente para así paliar los nocivos efectos neuronales que puede provocar lo que se está viendo deviene en una frustración irremediable.

Y si no que se lo digan a un servidor, que se pasó más de una hora de proyección cerrando los ojos por ver si su cerebro tenía a bien desconectar durante un ratito de la inmunda bazofia que alguien ha tenido el valor de llamar cine.

Siendo dolorosamente sinceros, a 'Obsesionada' no hay por dónde cogerla. Si hablamos de la dirección mejor sería que nos calláramos antes de empezar, pues el señor Steve Hill parece haber olvidado lo que había conseguido en algunos episodios de series como 'Roma', 'Deadwood' o 'The wire' para menear la cámara sin ton ni son.

Si es en el guión en el que fijamos nuestra atención, lo mejor es hacerlo con una buena curda encima (y les habla un abstemio, cuidado); sólo así es posible encontrarle algo de chicha a tan descafeinado y previsible libreto.

Y si hablamos de los actores, ¡ay, los actores!: descubrimos a unos artistas que se limitan a pasearse delante de las cámaras con andares chulescos y frases lapidarias, que no saben muy bien dónde están ni qué tienen que hacer... A eso, ¡a eso no se le puede llamar actuar! Y a lo que ofrece esta 'Obsesionada' tampoco se le puede llamar cine.

  • 1