Hasta ocho puentes, fundamentales para la industria turística andaluza, peligran tras la intención del próximo presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, de eliminarlos y pasar el día festivo al lunes. Pero las opiniones al respecto están enfrentadas en la comunidad, incluso entre los propios empresarios turísticos.
Así, CCOO y UGT tacharon la idea de "barbaridad" para la industria turística española y también para los comercios, que se benefician de la llegada de viajeros y sus compras.
Los secretarios generales de Comercio, Turismo y Hostelería de CCOO y UGT de Andalucía, Gonzalo Fuentes y Rafael Navas, respectivamente, explicaron que reducir los puentes "no va a incrementar la productividad" de los trabajadores. Es más, puede suponer lo contrario.
Fuentes indicó que habrá una "pérdida de empleo directo e indirecto" y agregó que muchos de los puentes tienen lugar durante el último trimestre del año, una época especialmente sensible para la actividad turística, que ha visto cómo la crisis ha vuelto a provocar un repunte en la estacionalidad, que se está tratando de paliar.
En el caso de Andalucía la mayoría de viajeros que hacen escapadas proceden de la comunidad o de España. Para Fuentes, quizá haya que realizar "una adecuación, pero no eliminarlos". Los sindicatos ya se mostraron dispuestos a negociar este asunto pero aclararon que en España se trabaja igual número de horas con independencia del día en que caiga un festivo, debido a que en los convenios colectivos se pacta una jornada laboral anualizada.
Esta racionalización del calendario laboral genera "opiniones encontradas" dentro del propio sector turístico, según uno de los vicepresidente de la Mesa de Turismo y director general para España y Portugal de Air Berlin, Álvaro Middelmann.
Un ejemplo. El presidente del Consejo de Turismo de la patronal andaluza CEA, Miguel Sánchez, consideró que no es perjudicial para la industria turística. Precisó que puentes cortos, de tres o cuatro días, sí son buenos para la industria "pero los que son muy largos no traen beneficios" como el macropuente de la Constitución y La Inmaculada. "No ha servido para nada porque es muy largo, no se cortan las clases en los colegios y el que tiene niños no va a dejar de llevarlos para irse de escapada".
Y en el extremo contrario, la Confederación Española de Agencias de Viajes y Touroperadores, que advirtió de que la iniciativa perjudicará "sustancialmente" al turismo si finalmente prospera. Su presidente, Rafael Gallego, precisó que la reforma del calendario laboral puede ser "beneficiosa" para el turismo si la festividad en cuestión cae en miércoles y, en consecuencia, el día festivo se traslada a un lunes o un viernes, creando, por tanto, un fin de semana largo, "que incentivará al turista español a viajar". En cambio, rechaza que, en el caso de que el día de fiesta sea un martes o un jueves, se cambie por un lunes o un viernes, evitando la creación de un puente de cuatro días.
Las agencias de viaje recordaron que un 53% de los desplazamientos de los españoles en territorio nacional hasta octubre se han producido en fines de semana o puentes.
