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Ocupan la antigua sala Endanza para convertirla en un centro social

"Activistas sociales" han hecho público que desde hace unas tres semanas vienen ocupando el edificio de la calle San Luis.

el 22 feb 2014 / 18:32 h.

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El centro autogestionado ocipa el número 44 de la calle San Luis, donde se encontraba la antigua Sala Endanza. / @SATSEVILLA El centro autogestionado ocipa el número 44 de la calle San Luis, donde se encontraba la antigua Sala Endanza. / @SATSEVILLA Lo que queda del edificio que albergaba el antiguo espacio cultural denominado Sala Endanza, en el 44 de la calle San Luis, ha sido tomado por un grupo ciudadano que asegura que lo ha «ocupado» desde hace tres semanas para convertirlo en un centro social autogestionado, que siga el modelo de otros como Casa Viejas o la Fábrica de Sombreros. El objetivo de este colectivo, que dice no estar respaldado por ningún partido político, sindicato o asociación, es dar servicio al vecindario cuyos edificios públicos, según asevera, están saturados y no pueden responder a la gran demanda del barrio. Además, esta acción persigue también denunciar la situación de abandono que sufre este espacio, propiedad de la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (SAREB), o banco malo. «Hacemos pública la ocupación para que desde ahora se sumen los vecinos y la gente interesada en colaborar en los trabajos de adecuación y así ponerlo en uso cuanto antes», explicaba ayer a El Correo una portavoz de los ocupantes, que añadía que el espacio, o lo que queda de él –una nave y un solar– se encuentra en estado ruinoso. «Está todo abandonado y lleno escombros desde hace siete años». «Tenemos gente haciendo turnos para mantener el espacio y ya se han acercado muchos vecinos interesándose por las actividades que vamos a organizar, aunque eso va a depender de los que se quieran sumar al proyecto», señalaba. Los gestores de este nuevo espacio no descartan recuperar el espíritu de Endanza en el futuro y recordar los distintos usos que tuvo ese lugar en el pasado, ya que además de centro cultural, la primera piscina pública del centro de Sevilla también se ubicó allí. «Queremos contar la historia del inmueble y ofrecer el lugar como punto de encuentro para las asociaciones y vecinos, ya que el_Pumarejo tiene saturadas sus instalaciones», apunta la portavoz. En cuanto a la propietaria, los activistas no tienen noticias de la SAREB, aunque la Policía ya estuvo ayer en el lugar identificándolos, por lo que no descartan que la demanda llegue en breve. «Queremos denunciar que este banco, que hemos pagado entre todos, sigue teniendo inmuebles abandonados en barrios que necesitan espacios públicos». El colectivo ocupante, que cuenta con un blog en el que irá informando de sus movimientos (csoaendanza.wordpress.com), avanza que el edificio «será de ahora en adelante un espacio para el barrio, para actividades culturales, sociales y políticas que no tienen cabida en otros lugares». Su intención es que el bautizado como Centro Social Ocupado y Autogestionado Endanza «se convierta en punto de encuentro para los colectivos y movimientos sociales que luchan contra las políticas de austeridad y recortes sociales». En este sentido, los ocupas recordaron ayer otros episodios de su movimiento que justificarían esta nueva acción, como que «desalojaran el centro social autogestionado de Casas Viejas, para construir equipamientos para el barrio, y ahora el solar sigue vacío y se anuncia una promoción de viviendas». También apuntan al caso del centro de La Fábrica de Sombreros, edificio que «sigue no sólo abandonado, sino deteriorándose cada día que pasa». «También desalojaron el centro La Huelga, que permanece ahora vacío y sin uso alguno», añade el colectivo, que se pregunta «por qué las autoridades se empeñan en privarnos de espacios rescatados del abandono para volver a abandonarlos». A su juicio, «los centros cívicos gestionados por las instituciones no cubren las necesidades del vecindario, y otros espacios existentes, como el Centro Vecinal Pumarejo, que también sigue el modelo de autogestión, no puede absorber las actividades que genera el barrio». Por ello, quieren recuperar el edificio de San Luis, «que tiene un peso histórico importante en el barrio, ya que allí se asentó la Sala Endanza y anteriormente, en ese solar, existió una piscina, la primera comunitaria de todo el centro de Sevilla». Hoy el edificio, después de haber pasado por manos de la Caja de Extremadura, es propiedad de SAREB, al que acusan de ser uno de «los responsables del hambre y la pobreza que padecemos».

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