El fiscal pide 30 años y medio de cárcel para una madre que permitía que sus hijas, de 8 y 6 años en la actualidad, presenciaran los actos sexuales que mantenía con sus clientes, consintiendo además que ellos realizaran con las menores "todo tipo de actos impúdicos con el fin de satisfacer sus deseos sexuales".
Según la calificación del fiscal, a la que tuvo acceso Europa Press, además el padre y la acusada, antes de su separación, exponían a sus hijas a sus relaciones sexuales. Así, a los 4 y 3 años las niñas presentaban un vocabulario sexualizado y unos conocimientos sobre el acto sexual impropios de su edad.
Posteriormente, en los periodos en los que se separaban, la madre se trasladaba a vivir con sus hijas a Puente Genil (Córdoba) y para obtener ingresos mantenía relaciones sexuales con hombres en distintos domicilios, permitiendo que las menores presenciaran tales prácticas y consentía que sus clientes realizaran con ellas prácticas sexuales.
A consecuencia de tales prácticas, las menores sufren una enfermedad de transmisión sexual denominada condiloma acuminado, un virus con riesgo de malignización.
Las menores fueron declaradas en desamparo y retiradas de sus progenitores por la Consejería de Igualdad y Bienestar Social de la Junta.
Por tales hechos, el fiscal pide para cada uno de los acusados un año de cárcel por un delito de exhibicionismo y a la madre 21 años y seis meses de prisión por dos delitos de agresión sexual y nueve años más por lesiones.
Asimismo, solicita la prohibición de acercamiento y comunicación de los acusados a las niñas y el domicilio que tengan durante tres años, alargando dicho periodo durante diez años más para la madre.
