El representante vecinal y comercial de Los Remedios, Luis Juan Martín Godoy, ante el belén solidario instalado en el mercado del barrio. Foto: J.M. Espino (Atese)
Quedamos en el mercado de Los Remedios, muy próximo a Virgen de Luján. Las instalaciones fueron inauguradas en 1964 aunque no muchos saben de su existencia. En la escalerilla de acceso nos recibe Luis Juan Martín, un licenciado en Economía y Empresas que desde hace dos meses tiene puesto propio y ostenta el cargo de presidente de los vecinos y comerciantes de la zona. Llega con nuevas ideas, sobre todo para promocionar la plaza y, por ende, revitalizar el barrio.
¿Cuándo y cómo decide integrarse en LosRemedios? Desde hace dos años y medio regento un negocio de aloe vera por la costa andaluza en temporada de verano. Tenía en la mente buscar un sitio donde asentarme y lógicamente pensé en Los Remedios por su elevada renta per cápita y porque aquí no se regatea. Llegué, conseguí un puesto y salí de presidente. Y aquí estoy.
¿Que nuevas propuestas trae para la barriada? En primer lugar, queremos hacer una campaña de marketing para dar a conocer el mercado en el barrio y en la ciudad, pues fue el primero que se hizo gracias a las inversiones de los propios placeros (por entonces 66, ahora ya 23) y, luego también pionero en la autogestión por parte de los tenderos. Así, hemos empezado organizando jornadas gastronómicas todos los viernes y sábados, donde se promociona un producto concreto, que se puede adquirir a buen precio o bien tomárselo de distintas formas en el restaurante del mercado: atún, setas o la ternera que ha tocado esta semana. También tenemos un puesto vacío que vamos a dotar de actividad, con exposiciones de artistas del barrio para atraer a la gente, sobre todo, a los más jóvenes.
Porque... ¿cómo es el perfil del vecino de Los Remedios? Es un vecindario muy singular:muy culto y con un alto poder adquisitivo. También muy viajado y selecto. Sabe lo que quiere en cada momento. La media de edad es bastante mayor, pues a la gente joven le cuesta mucho venirse a vivir aquí.
¿Pesa la etiqueta de privilegiado que se os cuelga con respecto a otras barriadas? Verás... (silencio) Este es un barrio con poco sentido de barrio, con pocas raíces o arraigo a la zona. La gente vino con otras raíces que no han abandonado aún. Y la gente joven, que es la que podría dar más conciencia de barrio, no puede asentarse aquí por el alto nivel que tienen las viviendas. Muchos residentes, hoy de 30 o 40 años, tuvieron que marcharse a otras zonas de la ciudad, donde instauraron sus hogares. Ahí andamos trabajando codo con codo con el distrito [de Los Remedios] y la hermandad de las Cigarreras para crear esa conciencia que necesitamos. Pero sí, se suele vender esto como una zona selecta, donde hay mucho dinero, pero no es del todo cierto. Aquí lo que hay es más civismo y le gente es más ética y respetuosa a la hora, por ejemplo, de tirar un papel al suelo. Prefieren guardarlo en el bolsillo y buscar una papelea donde depositarlo. Y sí, en Los Remedios, aunque parezca mentira, también necesitamos de inversiones municipales, pues como en cualquier otro barrio también tenemos nuestras carencias.
En principio, ¿qué problemas presenta la zona? Habilitar más aparcamientos para residentes y mejorar los bajos que circundan el mercado. Hemos propuesto al distrito hacer un concurso de grafitis para mejorar la imagen de esta zona, así como realizar un mercadillo para darle vida a las inmediaciones y que la gente sepa que aquí está el mercado. A ello se suman los problemas de la zona azul, que en Los Remedios ya la teníamos (en Virgen de Luján o Padre Damián, entre otras) y no nos podían castigar con más.
Porque aquí también se nota la crisis, pero ¿en qué? Menos pero efectivamente se nota. El mismo drama familiar conlleva el que un albañil quede en paro que un arquitecto. Son los mismos problemas de falta de ingresos para una familia. Quizás aquí el papel de los abuelos difiera del resto de barrios, pues las ayudas van más encaminadas a mantener el nivel de vida con pago de colegios concertados que a sostener una economía de subsistencia en la que no hay ni para comer.
¿En qué ha influido la cercanía de las paradas del Metro? Nos ha puesto a escasos minutos del Aljarafe y a otros tantos de Amate o la Pablo de Olavide. La verdad es que el suburbano ha favorecido mucho al barrio.
¿Estaría a favor de nuevas peatonalizaciones tras la experiencia de Asunción? Mi voto sería que sí. Es fundamental reconciliar los espacios urbanos con los ciudadanos para el esparcimiento, disfrute, y, por qué no decirlo, mayor consumo y vida del tejido empresarial y comercial de un barrio. Ojalá tuviéramos aquí al lado una calle peatonal como Asunción.
Para concluir, ¿qué le pediría al nuevo año? Que los barrios vuelvan a tener la actividad de antes. Que sean un foco de riqueza y de encuentro vecinal, pues si los barrios funcionan bien, la ciudad irá mejor. Y en este proyecto tenemos que trabajar todos juntos: asociaciones, vecinos, comerciantes, distrito y todo el que quiera sumarse.
