Por segunda vez en su carrera futbolística, Ricardo Oliveira ya ha dejado de ser futbolista del Betis. Los dólares provenientes del Al-Jazira pudieron más que su voluntad de ayudar en el ascenso y el delantero brasileño se marchó ayer mismo de Montecastillo en dirección al emirato de Abu Dhabi. "La oferta era irrechazable", dijo.
De todas las estrellas del Betis, siempre con el importante matiz de que ninguna de ellas lo fue lo suficiente para evitar el descenso a Segunda, Oliveira era la única que de una forma u otra había manifestado su intención de permanecer en el conjunto verdiblanco para colaborar en la operación retorno a Primera. La vida, sin embargo, da muchas vueltas, sobre todo cuando es girada por los petrodólares, o petroeuros, de Oriente Medio. Cuatro millones de ellos, de esos euros, convencieron a Oliveira de que tampoco está tan mal irse a la liga de Abu Dhabi, en la que sólo hay doce equipos y ni un atisbo de reconocimiento internacional pero sí una ficha que dobla sus emolumentos en el Betis. Y catorce millones, siete en realidad porque los otros siete son para el Zaragoza, persuadieron a Manuel Ruiz de Lopera. El traspaso se gestó en tres o cuatro días y se cerró ayer, de manera que Oliveira abandonó Montecastillo poco antes de las tres de la tarde y ya debe de estar camino del emirato más grande de los Emiratos Árabes Unidos.
Antes de irse junto a su agente, Juninho Mendonça, el delantero tuvo unas palabras de despedida. Pareció algo afligido, como cuando en 2006 se fue al Milan previo paso por el Sao Paulo, pero menos. De hecho justificó su decisión en un par de circunstancias atenuantes, como lo "irrechazable" de la propuesta árabe, adelantada por este periódico, y la "presión" del Zaragoza para que aceptase la operación. "La oferta era irrechazable por mi parte y también va a beneficiar al Betis y a mi ex equipo, el Zaragoza, que ha presionado un montón para que el negocio se concrete. La decisión ha sido difícil, pero es importante y también va a ser bueno para el Betis. Son oportunidades únicas que no te vuelven a pasar. Habrá aficionados decepcionados o tristes, pero el fútbol es así. Yo tomé la decisión pensando que el Betis va a salir beneficiado", indicó Oliveira.
"Os deseo un gran año y deseo de corazón que el equipo vuelva a Primera, de donde nunca tuvo que irse", añadió el punta, que tiene claro que no va al centro del fútbol mundial. "Sé a dónde voy y es lo que quiero. Son países que no forman parte de la grandeza del fútbol, pero tienen lo que mantiene el fútbol: dinero. Estos países son los que compran clubes en Inglaterra", recordó. Y luego se marchó...
