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Olmedo insistirá en el 1.500 pese a su polémica exclusión

Enrique Pascual, uno de los gurús de la prueba reina del mediofondo, entrenador de Fermín Cacho, cree que el sevillano sabrá reponerse del varapalo de su exclusión del Mundial y le augura un futuro prometedor. Ya piensan en el Europeo de Barcelona del próximo verano.

el 04 mar 2010 / 23:20 h.

Manolo Olmedo.

A Enrique Pascual (Soria, 31 de mayo de 1957) no le sorprende la exclusión de Manolo Olmedo de la selección. No le sorprende porque no es la primera vez que un atleta de su cuadra sufre una "injusticia objetiva". También dirige la carrera del burgalés Diego Ruiz, campeón en Valencia por delante del sevillano, al que la Federación Española también dejó fuera del Mundial de Berlín el pasado verano, a cuenta del veterano Reyes Estévez, al que también dirigió.

Esa primacía de la experiencia es la explicación que escuchó de Mariano García Verdugo, el responsable del sector del mediofondo, argumento que no comparte cuando el elegido, Álvaro Rodríguez, es neófito en la alta competición. Con un tono sosegado, el que fuera entrenador de mitos como Fermín Cacho y Abel Antón, trata de hacer ver, sin palabras gruesas, que la decisión de excluir a Olmedo del Mundial de Doha "se basa en criterios equivocados". "Cualquiera objetivamente se puede poner del lado de Manolo. Es cierto que Álvaro ha corrido más veces 1.500, pero aquí se trata de tener experiencia en grandes campeonatos". "Pero más allá de eso, lo más evidente es el resultado". En ese punto, Pascual aporta dos matices importantes. "Olmedo estuvo en la lucha por el oro con Diego Ruiz, Álvaro no. Y sólo hay dos centésimas entre el primero y el segundo. Diego se tiró hacia delante en la línea y Manolo no lo hizo", aunque no se atrevió a calificar de error la decisión del sevillano, que levantó el dedo en gesto anticipado de victoria."Álvaro puede pensar que ha entrado por la puerta de atrás en la selección, porque sabe que le han ganado, y, sinceramente, bajo el argumento de la experiencia yo hubiese llevado a Juan Carlos Higuero que da más garantías".

Admite que no pudo hablar, aunque lo intentó, con el presidente de la Federación Española, José María Odriozola y afirma que tiene "una conversación pendiente, tranquila". Ahora trata de ayudar a Manolo Olmedo a seguir adelante. "Está hundido en la miseria pero la vida sigue, aunque sea duro. Es un atleta modélico. No todos se cuidan y se concentran en su profesión como él y por eso se enfada y saca su mal genio porque al margen del esfuerzo y el sacrificio, que lo hacen todos, él ha tenido el resultado y no le ha servido. Tiene el orgullo dañado, y también su economía, porque ha trabajado cinco meses y no ha ganado nada". Asegura que a Olmedo le quedan "muchos años en el atletismo" y además en el 1.500. "Él cree que puede ser el mejor. Luego la pista pondrá a cada cual en su sitio". Para Barcelona tendrá que pelear por tres plazas con Higuero, Casado, Ruiz, Álvaro Rodríguez y Reyes Estévez.

Desvela que llevan dos años trabajando el 1.500 "porque había que huir de una prueba como el 800 con calificaciones tan complicadas", y para quien considera que Olmedo ha fallado en las grandes competiciones opina que después de Tomás de Teresa (también fue su pupilo), que hizo final en el Mundial de Tokio, es quien tiene mejores resultados en la gran competición. "Lo que ocurre es que ser noveno del mundo, que es una barbaridad, no se valora".

Cree que sus 3:39 indoor pueden vaticinar hasta un 3:34 al aire libre. "A Manolo el invierno le cuesta por el frío. Y en 800 si no tiene una marca de 1:43 es porque no han sido capaces de encontrarle la carrera", lamentó en clara crítica al manager del atleta, Miguel Ángel Mostaza. "Una vez le puso en una buena y ganó en la Golden League en Roma".

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