Nacho Romero intenta anotar ante Struelens.
A pesar de aparecer por vez primera en la ACB en la temporada 1989-90, el Real Madrid no visitó Sevilla en partidos oficial hasta el mes de marzo de 1991. Encuadrado en su año de estreno en la A2, el equipo no se enfrentó como novato a ninguno de los equipos más señeros de la competición. Así pues, la ciudad hispalense no recibió a la plantilla que se quedó huérfana de Fernando Martín.
A la temporada siguiente se produjo el esperado encuentro. Los blancos, dirigidos por Ángel Jareño, vencieron (86-93) a un CB Sevilla, que plantó cara al todo poderoso Real Madrid, que repitió visita en 28 ocasiones más; de todas ellas, ocho se saldaron con triunfo local. Dos de estas victorias están guardadas en el libro de oro del club. Las temporadas 95-96 y 99-2000, los de San Pablo se cruzaron en el playoff por el título con los madridistas y consiguieron pasar eliminatoria; una en cuartos de final y otra en semifinales. Las gestas acabaron con el equipo disputando el título de la ACB ante el Barcelona.
Sin embargo, a partir de ese momento, el feudo sevillano se ha convertido en una cancha propicia para los madridistas. Hace ya once años que el CB Sevilla no se lleva el duelo ante el conjunto de la capital. Fue en octubre de 2003, y con Gustavo Aranzana en el banquillo. A pesar del gran partido de Elmer Bennet y Kaspars Kambala, los triples de Raúl Pérez resultaron decisivos para el triunfo sevillano.
