Desde las 14.00 horas de hoy se cortará al tráfico rodado el entorno del polígono El Limero y el polideportivo del Valle, a los que sólo se podrá acceder andando en espera de la celebración del sepelio. El Ayuntamiento ayer no había confirmado el día ni la hora, aunque todo apuntaba a que fuera esta tarde.
Todos en Écija están pendientes del entierro de los cinco miembros de la familia Romero Priego fallecidos en el incendio de su vivienda el pasado domingo. Familiares, vecinos, autoridades y Ayuntamiento esperan a después del sepelio, que podría tener lugar esta tarde, para iniciar una investigación sobre lo sucedido.
Es lo único confirmado sobre el funeral, aparte de que las honras fúnebres tendrán lugar en el pabellón cubierto del polideportivo municipal del Valle, el lugar ofrecido por el Ayuntamiento de Écija y que ha sido pedido por la familia de las víctimas.
Las familias de los seis fallecidos en Écija -el matrimonio Romero Priego y tres de sus hijos, además del novio de una de las hijas, vecino de Lora del Río- esperaban ayer los resultados del análisis de ADN que debe confirmar la identidad de cada uno de los cadáveres para poder proceder a su entierro.
El alcalde del municipio astigitano, Juan Wic (PSOE), recordó que el juzgado número 1 de Écija aún no ha dado autorización para el entierro. Y, a su vez, la autorización judicial "depende de que llegue la documentación de Madrid", afirma el primer edil y confirman fuentes municipales.
La junta de gobierno local celebrada ayer aprobó ceder por un período de 50 años un panteón en el cementerio municipal astigitano para dar sepultura al matrimonio y sus tres hijos. Ese ofrecimiento ya fue adelantado por el Gobierno municipal socialista el lunes, aunque ayer aún no habían recibido respuesta de la familia.
Una vez que los restos mortales reciban sepultura, el Ayuntamiento tiene previsto iniciar la investigación de los sucesos que terminaron con el trágico incendio de la casa número 24 de la calle Haya. El pasado lunes, el alcalde se comprometió a poner sobre la mesa los datos de la actuación de los bomberos -respaldados por el informe del Servicio de Extinción de Incendios- y contrastarlos con la versión de los vecinos, que mantienen que la intervención fue tardía y mala.
También esperan a después del entierro la detención de las personas identificadas como los agresores de los bomberos, que ocasionaron unos desperfectos por valor de 3.000 euros. Según diversas fuentes consultadas, ayer aún no habían sido interrogados por la Policía ninguno de los seis presuntos agresores ya identificados.
Por su parte, los vecinos de Las Moreras "están totalmente cambiados, normales", insiste Antonio Núñez, miembro de la asociación vecinal, que atribuye los disturbios a "una exaltación y un momento de locura" de "amigos íntimos de los chavales" fallecidos. Algunos vecinos pidieron que no se identifique al barrio con ese comportamiento violento, que consideran algo puntual y atribuible al "dolor y la impotencia".
