Local

Órbita privada

Debe reconocerse el derecho sin trabas de los cargos públicos a la vida privada, aunque fijando la frontera para que nadie vuelva a usarlo como ese mallorquín del PP que, como político...

el 15 sep 2009 / 04:19 h.

Debe reconocerse el derecho sin trabas de los cargos públicos a la vida privada, aunque fijando la frontera para que nadie vuelva a usarlo como ese mallorquín del PP que, como político, ejercía la homofobia, y como persona, la homosexualidad con dinero público. Por ejemplo, el señor Bono puede tener las aficiones que quiera y profesar la religión que le parezca, pero como presidente del Congreso de los Diputados tiene que guardar las formas de la pluralidad y no be-sarle la mano a Rouco, que es un gesto que repugna a muchos católicos y a la casi totalidad de quienes no están en esa órbita. n

  • 1