R.Velis / D.Cela
Por primera vez en Andalucía, un juzgado de Menores de Sevilla ha imputado a un menor el delito de atentado por agredir y amenazar de muerte a un profesor del instituto de Secundaria de La Paz, en Rochelambert. El alumno no puede acercarse al profesor ni al centro hasta que se celebre el juicio. El docente agredido se ha dado de baja.
El instituto de La Paz, en Rochelambert, tiene 600 alumnos. "Si me dices que aquí han pegado a un profesor, te doy tres nombres y acierto", decía ayer el director, Jesús Ruiz, para explicar lo excepcional del caso. Uno de esos tres chavales es Sergio, de 14 años, "birepetidor" de 1o de ESO, que hace una semana amenazó de muerte a un profesor cuando éste intentaba sacarle de una clase que no era la suya: "¡Voy a matarte. Voy a llamar a mi banda y vamos a ir a por ti!", le gritó el chaval. "Tenía su cara pegada a la del profesor y le apuntaba en la cabeza con dos dedos, empujándole hacia atrás. Estaba fuera de sí", dice Ruiz.
Otros dos profesores de guardia le sujetaron, pero el chico estiró la pierna para darle una patada en los testículos y el maestro recibió el golpe en la ingle. Después el instituto llamó a la Policía. Dos agentes de paisano entraron en el centro y, en presencia de la madre, del profesorado y los alumnos, se llevaron al chico a la comisaría. Mientras se lo llevaban, volvió a gritar al profesor: "¡Te voy a dar con un hacha en la cabeza!". Estas amenazas las hizo delante de la Policía y dieron pie a que, un día después, el docente agredido fuera llamado a declarar a los juzgados de Menores. Desde que la Fiscalía General del Estado dictó por primera vez que las amenazas y agresiones a un profesor dejaban de ser consideradas faltas y pasaban a ser delitos de atentado, con pena de cárcel, en Andalucía han sido condenados varios padres de alumnos por pegar a un docente, pero Sergio es el primer menor imputado por un delito de atentado.
Se trata de una medida novedosa por varios motivos. Por un lado, es el primer caso en Sevilla de agresión a un profesor que se tramita como un delito de atentado por el carácter de funcionario público del agredido. Hasta ahora, sólo se consideraba como tal cuando la víctima era un agente de la autoridad. Pero, la Fiscalía de Sevilla, siguiendo una sentencia reciente del Tribunal Supremo, ha tomado esta iniciativa, que "supone un respaldo para el profesorado y ejemplo para el alumnado", según fuentes de la Fiscalía.
Juicio. El Ministerio público destacó ayer la celeridad con la que se ha intervenido, ya que al día siguiente de que sucedieran los hechos, el 14 de febrero, el menor pasó a disposición de la Fiscalía de Menores que le imputó un delito de amenazas y de atentado. El juez aceptó dictar como medida cautelar contra el joven la libertad vigilada y el alejamiento del profesor y del centro escolar a menos de 500 metros hasta que se celebre el juicio. Por este motivo, se ha notificado dicha resolución a la Delegación Provincial de Educación, "para que tome las medidas oportunas, pues el alumno no puede quedar sin escolarizar".
El juicio se podría haber celebrado días después de la agresión, pero el profesor estaba de baja. "Está obsesionado con el tema. Dice que le ha afectado al carácter, que está nervioso y no se atreve a enfrentarse a una clase de 1o por miedo a saltar a la primera", dice Ruiz. La víctima, profesor de Latín y secretario del centro, ha anunciado que renuncia a la indemnización que le corresponda. El juicio se celebrará en pocos días. Si se tratase de un adulto, el joven se enfrentaría a una pena de dos a cuatro años de prisión. Pero, al ser menor, el juez decidirá entre su internamiento o la libertad vigilada, y la duración de la medida.
