El juez encargado del caso de presunta extorsión al cantante Alejandro Sanz por parte de dos ex empleados, ordenó ayer sábado el arresto de los acusados por estar fuera de la sala de audiencias cuando se les llamó a declarar. El magistrado Israel Reyes, que es el tercero que se ocupa del caso, mantuvo esposados durante más de media hora a Carlos González, ex mayordomo del artista, y a su esposa Sylvia Helena Alzate, al tiempo que amonestó al abogado de la pareja por estar ausente cuando sus defendidos fueron llamados a declarar.
Ambos trabajaron para el artista en su residencia de Miami Beach y están acusados de un delito de extorsión por presuntamente exigirle 500.000 dólares para no hacer públicos asuntos personales.
Reyes dijo a los acusados y a su defensa que debían cumplir con lo establecido en las leyes. Al respecto, hizo hincapié en que "todos los acusados" tienen que estar en la sala cuando se celebra una audiencia y agregó: "No se trata de estar esperando afuera porque hay cámaras de televisión".
Por su parte, el abogado de los acusados, Lonnie Richardson, negó que estuvieran en el exterior de la sala para hacer publicidad del caso ante las cámaras.
El juez fue igualmente riguroso con el fiscal del caso, a quien recriminó por haber interrumpido al abogado defensor cuando se quejaba de que no podía contactar con Sanz y que lo quería incluir en su lista de testigos para el juicio, fijado para el próximo 17 de marzo.
