El acuerdo se ha alcanzado esta misma tarde, después de un tentadero celebrado en la ganadería sevillana de Buenavista y ha sido sellado con el clásico apretón de manos, sin contrato de por medio y por tiempo indefinido.
Según ha señalado el propio Ortega Cano, "se trata de un amigo al que admiro mucho y hemos hablado detenidamente". Según ha referido el maestro de Cartagena, "Julio tiene una espina clavada después del percance de Madrid pero quiere ocupar el hueco que merece en el toreo". Según la versión de Ortega, "a Julio le hace falta una persona que hable con él en su mismo idioma".
"Le he echo hincapié en el sacrificio, la ilusión y en saber hacer el esfuerzo cuando sea necesario", ha señalado Ortega Cano, que compaginará las labores de apoderamiento de Julio Aparicio con las del novillero pacense Rafael Cerro, en las que será auxiliado por su sobrino Paco Ortega.