Unos minutos antes de que ocurriera el accidente en el que perdió la vida Carlos Parra , el extorero José Ortega Cano rebasó a dos vehículos en una curva en la que está prohibido el adelantamiento. Así lo explicó ayer un testigo que coincidió con otro en que el extorero iba "muy rápido".
El magistrado que investiga el accidente mortal, ocurrido el 28 de mayo, citó ayer a dos testigos, uno de los cuales presenció el impacto.
El primero de ellos era un joven que circulaba en su vehículo por la carretera de Castilblanco cuando vio que un "Mercedes todoterreno de color oscuro" le rebasaba por el carril contrario, pese a que estaban en una curva y con línea continua. Según explicó, incluso levantó el pie del acelerador porque delante de él circulaba una furgoneta y creía que el Mercedes se colocaría entre ambos ante la peligrosidad del adelantamiento. Sin embargo, el todoterreno continuó hasta superar a la furgoneta.
El adelantamiento se produjo sobre las 22.25 horas, según consta en su declaración, a la altura del conocido como Barranco Hondo. Poco después -el accidente fue a las 22.30 horas- el joven vio que el coche que le había adelantado acababa de impactar con un vehículo frontalmente, por lo que se detuvo y llamó al 112. Fue una de las tres personas que lo hizo, aunque en ese momento no detalló que uno de los vehículos implicados era el que poco antes lo había adelantado. Ayer el joven reconoció el vehículo de Ortega Cano, "sin lugar a dudas", como el que le adelantó cuando le mostraron las fotografías del mismo.
El abogado de Ortega Cano, Enrique Trebolle, defendió ayer que en la curva en la que el extorero hizo el adelantamiento "hay visibilidad" y que en el momento que lo hizo "no venía ningún vehículo por el otro carril, por lo que no puso la vida de nadie en peligro". Asimismo, hizo un "llamamiento público" para que el conductor de la furgoneta que circulaba ante el citado testigo se identifique y acuda a declarar, ya que aunque paró en el momento del accidente se marchó antes de que le tomaran los datos.
El segundo testigo coincidió con el primero en que el exdiestro circulaba "muy rápido", aunque no pudo precisar a qué velocidad, aunque dijo que llevaba las luces largas puestas en el momento del impacto y que Parra "no pudo reaccionar". Según declaró, la víctima circulaba a unos 80 o 90 kilómetros por hora (lo que marca la vía), lo que, a juicio de la defensa de Ortega Cano, cuestiona el informe de la Guardia Civil, que fija en 50 kilómetros la velocidad de Parra y en 125 kilómetros la del exdiestro en el momento del impacto.
Por otro lado, el magistrado ha acordado que los dos vehículos se custodien durante tres meses para posibles nuevas pruebas. "Nosotros vamos a pedir un contrainforme", señaló el letrado de Ortega, quien el viernes pidió la declaración de cinco testigos "que pueden acreditar que no bebió". Por su parte, los abogados de la familia Parra, Luis y Andrés Avelino Romero, también han pedido la declaración de otros dos que, en cambio, aseguran que sí lo hizo. No obstante, ambos creen que, "aunque la prueba de alcohol se invalide" hay motivos suficientes para reclamar la pena máxima por homicidio imprudente, cuatro años, ya que "lo que está quedando claro es que su conducción era temeraria".
Un herpes hace que ingrese de nuevo en el hospital
Mientras se producían estas nuevas declaraciones, José Ortega Cano se encontraba de nuevo ingresado en el hospital Virgen Macarena aquejado de un herpes zoster, según informó a Europa Press uno de los abogados. El extorero tenía previsto ingresar de nuevo en el centro hospitalario mañana, ya que tenía fijada una operación de colon como consecuencia del accidente. Sin embargo, esta nueva dolencia hizo que Ortega Cano tuviera que volver antes de lo previsto al hospital en el que estuvo ingresado más de un mes debido a las lesiones sufridas tras el siniestro mortal ocurrido a finales del pasado mes de mayo. Sus letrados intentaron retrasar su declaración judicial hasta que el exdiestro estuviera recuperado de esta intervención, aunque el juez lo descartó. Así, Ortega Cano declaró como imputado por tres delitos (homicidio imprudente y dos contra la seguridad vial) el pasado viernes. El exmatador de toros juró por sus hijos ante el magistrado que no había consumido alcohol ese día, pese a que el informe de Toxicología refleja 1,26 gramos de alcohol en sangre, más del doble de lo permitido. Asimismo, Ortega Cano aseguró que circulaba a un velocidad adecuada y que un "vahído" provocado por una arritmia cardiaca pudo ser la causa del accidente.
