José Ángel Ziganda, técnico de Osasuna, ha sabido recuperar la esencia que ha distinguido a los rojillos en los últimos ejercicios ligueros. El Reyno de Navarra es, gracias a las cuatro victorias consecutivas, un auténtico fortín.
El once navarro, un clásico en la pelea por eludir el descenso de categoría pese a sus últimas campañas de bonanza, ha recuperado las señas de identidad que exhibió en los ejercicios precedentes. Los pupilos de José Ángel Ziganda, con una clara apuesta por el combate cuerpo a cuerpo, han recreado el mito del Reyno de Navarra, antiguo Sadar, tras los últimos registros.
El entrenador de Larrainzar, cuya apuesta se basa en el equilibrio defensivo del 4-2-3-1, ha moldeado un conjunto rocoso y difícil de desarticular. Dady, con seis goles, es el referente ofensivo de un grupo en el que Ricardo es un puntal seguro. El arquero madrileño ha encajado 29 goles en 26 encuentros, unas cifras que promedian 1,1 tanto por semana.
En cómputos generales, y sumando a los registros de Ricardo un tanto que recibió Elía, Osasuna es el quinto conjunto menos goleado de la competición. Los excelentes números de la retaguardia se deben, sobre todo, a la compenetración de sus piezas. Ziganda, con un estilo definido, ha apostado por una línea de cuatro en la retaguardia y un doble pivote de contención. En total, seis jugadores de perfil conservador.
La apuesta es clara. En los últimos choques, los navarros buscaron imponer un ritmo eléctrico en las transiciones en largo. Plasil, Juanfran y Vela forman un trivote ofensivo que escolta al único punta sobre la pizarra, ahora Kike Sola tras la pérdida de protagonismo de Dady.
Y las segundas acciones, generadas gracias al conocimiento exacto de las dimensiones del Reyno de Navarra, han reportado un amplio porcentaje de beneficio a los pamploneses. El checo Plasil, con cuatro dianas, y el canterano Kike Sola, con tres, han mostrado solvencia en ese capítulo.
Curioso. Las estadísticas históricas de Osasuna aportan un dato especialmente curioso. Los inquilinos del antiguo Sadar han elegido al Betis para engrosar su nómina de excelsos triunfos. El 6-0 de la campaña 36/37 certificado en tierras navarras y el 0-5 de la 2006/07 en el Ruiz de Lopera suponen los dos triunfos más amplios de la entidad rojilla en su dilatada historia.
