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Óscar Tulio Lizcano: 'Ellos me advertían de que no me iban a entregar vivo'

El ex congresista colombiano Óscar Tulio Lizcano, que se escapó de sus secuestradores de las FARC, recordó que sus captores permanentemente "me advertían de que no me iban a entregar vivo". También relató que durante los tres días que estuvo huido se alimentó sólo de cogollos de palma. Foto: EFE.

el 15 sep 2009 / 17:27 h.

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El ex congresista colombiano Óscar Tulio Lizcano, que se escapó de sus secuestradores de las FARC, recordó ayer que sus captores permanentemente "me advertían de que no me iban a entregar vivo". También relató que durante los tres días que estuvo huido se alimentó sólo de cogollos de palma.

Poco a poco se van conociendo nuevos detalles sobre cómo fue el cautiverio de Lizcano, su huida y qué es lo que piensa de una posible operación militar. El ex congresista colombiano -el secuestrado que más tiempo ha estado en poder de las FARC, ocho años- calificó ayer de "locura" cualquier operación militar para rescatar a personas secuestradas por la guerrilla.

En declaraciones a Caracol Radio, Lizcano volvió a elogiar al guerrillero Isaza, de quien dijo que tuvo "un gesto humanitario" al desertar y ayudarle a escapar.

Lizcano, de 62 años y con secuelas de haber sufrido durante su cautiverio paludismo y lieshmaniasis, entre otras enfermedades, concedió una entrevista a la mencionada emisora desde la Clínica Valle de Lili, en la ciudad de Cali, en la que está ingresado desde el domingo, después de que tras haber estado tres días huyendo de las FARC se topase con tropas del Ejército.

Los militares lo encontraron, junto con su carcelero, Isaza, en la selva de San José del Palmar, en el departamento de Chocó (noroeste), donde Lizcano estuvo cautivo desde agosto de 2000.

El ex rehén subrayó ayer que no tiene "la menor duda" de que los rebeldes fusilarán a los cautivos en el caso de que se intente llevar a cabo una operación militar para rescatarles. "Ellos permanentemente me lo advertían: no me iban a entregar vivo", añadió Lizcano, quien en el momento en el que fue secuestrado por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) era diputado por el Partido Conservador.

El ex rehén aludió así a uno de los mayores temores de los secuestrados con fines de canje por las FARC, que es morir en medio de una operación de rescate. Esa fue la suerte que corrieron, en mayo de 2003, 10 rehenes, entre ellos el gobernador de Antioquia, Guillermo Gaviria, y su asesor de Paz, el ex ministro de Defensa Gilberto Echeverri, que estuvieron un año secuestrados. Gaviria y Echeverri fueron asesinados junto a ocho efectivos de la Fuerza Pública en represalia por una operación militar sobre el campamento rebelde.

En respuesta, el jefe del Ejército, general Mario Montoya, aclaró ayer que, en el caso de Lizcano, no se buscó un rescate.

Por otra parte, recordó que su deseo por alcanzar la libertad y regresar junto a su familia, se llegó a alimentar de cogollos de palma durante los tres días que estuvo huido por las selvas de Colombia, y caminó sin parar pese al hinchazón de sus pies. "Después de esa marcha, que me caía, con los pies hinchados, en medio de una dura, dura selva", dijo el ex rehén, en una alocución en la que mostró evidentes dificultades para articular palabras e hilar ideas, por lo pidió disculpas. Durante su cautiverio, según indicó, leyó la obra La Odisea, de Homero y reiteró que "la vida está por encima de cualquier riqueza guardada", en alusión a esa obra de la literatura griega.

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