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Otra empresa es posible

Unir sentido común con solidaridad y respeto al medio ambiente para crear una empresa en la que primen las personas. Ésta es la filosofía que ha hecho de Ecoarte, con sede en varios municipios del Aljarafe.

el 15 sep 2009 / 02:29 h.

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Unir sentido común con solidaridad y respeto al medio ambiente para crear una empresa en la que primen las personas. Ésta es la filosofía que ha hecho de Ecoarte, con sede en varios municipios del Aljarafe, un grupo diferente, que desde su creación en 2003 impulsa entre sus socios los valores de la metaeconomía.

En 1985 se creó la empresa Cálculos y Suministros, germen de lo que hoy es el grupo Ecoarte que tiene 10 empresas asociadas y 16 participadas repartidas por toda la comunidad autónoma. Con más de 500 trabajadores, el grupo -dedicado en su mayoría al sector de la construcción- facturó el año pasado unos 76 millones de euros.

Su impulsor, y socio actual, Tomás Ruano, fue también quien sentó las bases de la metaeconomía, una filosofía que aplican algunos de los miembros y que la empresa Meta Economía -creada en 1987- impulsa entre el resto.

La obra Lo pequeño es hermoso fue la que inspiró a este aparejador de profesión para promover en esta empresa un modelo de economía que favorezca el desarrollo de las personas y también de la naturaleza.

Defiende la hermosura de lo pequeño ante la "deshumanización" que se produce en las gigantescas cadenas de producción ya que, según expone, "alimentar un organismo grande es más difícil". Sin embargo, Ecoarte busca aunar las ventajas de una empresa pequeña con la fuerza de un gran grupo.

La plena implicación de los trabajadores en el funcionamiento de la empresa es una de las claves de la metaeconomía. Por eso, en algunas de las firmas de Ecoarte (Cálculos y Suministros, Meta Economía, Proveedora Sevillana de Construcción, Prefabricados Mesa, Metales Liñán y Prefabricados Bahía) todos los trabajadores son también socios.

La dinámica de estas empresas está basada en la participación de todos los "compañeros", término que se antepone al de trabajadores. Son ellos los que someten a votación la incorporación de un nuevo trabajador que, de resultar favorable, pasará a ser socio de la empresa. También los responsables se eligen democráticamente, así como todas las decisiones que afecten a la rutina diaria.

Hasta los sueldos que cobran son votados. En algunas de las compañías, por ejemplo, los horarios son flexibles oscilando entre las 7.00 y las 21.00 horas. En este margen, los trabajadores desarrollan su trabajo pudiendo compaginar su vida profesional con la personal. Este sistema es muy beneficioso, por ejemplo, para las mujeres que optan por ejercer la maternidad.

Estas fórmulas sólo se ponen en práctica en las seis empresas anteriormente mencionadas. El objetivo es que, de forma paulatina, el resto vaya adquiriendo las prácticas de la metaeconomía que les puedan resultar más beneficiosas. En este sentido, la comunicación interna del grupo es una de las grandes apuestas.

Trimestralmente, Meta Economía publica un boletín en el que se dan cuenta de todas las actividades de los socios. "En un futuro pondremos en marcha una revista de economía distinta a las que existen", recalca su autor.

Sin embargo, el nuevo modelo de empresa que propone Ecoarte es distinto no sólo por su funcionamiento, sino también por el papel que tiene respecto a la sociedad. Por eso, el cuidado del medio ambiente y la solidaridad con los necesitados son los principales objetivos.

De hecho, la sede de Meta Economía, ubicada en la capital hispalense, es un tributo al respeto a la naturaleza. El edificio fue diseñado para ser energéticamente autosuficiente y todos los materiales se eligieron en base a criterios medioambientales.

Por su parte, en el seno de Ecoarte nació en el año 2000 la Fundación Nueva Tierra, en la que participan varias ONG (organizaciones no gubernamentales) y el Fondo Social de Meta Economía. La fundación trabaja con personas sin hogar y gestiona varias casas de acogida.

Sin duda, el proyecto más importante de la Fundación Nueva Tierra es la ecoaldea que desarrolla en un poblado de El Cañuelo, en el término municipal de El Castillo de las Guardas. Viven y trabajan en esta aldea unas 30 personas sin hogar y que han padecido problemas con el alcohol.

Esta iniciativa ha servido para dar una nueva oportunidad a estas personas con la ayuda de terapias ocupacionales guiadas por un amplio equipo de profesionales. Del mismo modo, el proyecto de El Cañuelo ha permitido también "recuperar una aldea que estaba abandonada" y aplicar un modelo de vida que aúne la tradición y el uso de las nuevas tecnologías respetando el entorno", según refiere su impulsor.

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